SALMO 123 (122)
Oración de los afligidos
1 Canción de las subidas.
A ti levanto mis ojos,
tú que habitas en el cielo.
2 Lo mismo que los ojos de los siervos
miran a la mano de sus amos,
lo mismo que los ojos de la sierva
miran a la mano de su señora,
nuestros ojos miran a Yahvé, nuestro Dios,
esperando que se apiade de nosotros.
3 ¡Piedad, Yahvé, ten piedad,
que estamos hartos de desprecio!
4 Estamos por demás saturados
del sarcasmo de los satisfechos.
(¡Los soberbios merecen el desprecio!)
El Salmo 123 tiene un total de 4 versículos. Se clasifica generalmente como
uno de los "Salmos de Subida" o "Cánticos de las gradas". Estos salmos, que
van desde el Salmo 120 al Salmo 134, se cree que eran cantados o recitados
por los peregrinos que subían a Jerusalén para las festividades religiosas,
ya que expresan una variedad de sentimientos y oraciones apropiadas para tal
ocasión.
El tema central del Salmo 123 es la súplica del salmista por la misericordia
y el socorro de Dios. Reconoce la dependencia del pueblo de Dios de su ayuda
y protección, especialmente en tiempos de dificultades y aflicciones.
Un dato curioso es que, debido a su brevedad y su enfoque en la dependencia
de Dios, el Salmo 123 es a menudo utilizado en la liturgia y en la oración
como una expresión de confianza en la ayuda divina en tiempos de necesidad.
También se canta o recita con frecuencia en las peregrinaciones a Jerusalén,
ya que expresa la devoción y la súplica de los adoradores en su viaje al
lugar santo.
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