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Mostrando las entradas etiquetadas como SALMOS

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Encuentro con Dios a través de la Liturgia

SALMO 150, Sinfonía de Alabanza a Dios

SALMO 150 Sinfonía de Alabanza a Dios. 1 ¡Aleluya! Alabad a Dios en su santuario,  alabadlo en su poderoso firmamento,  2      alabadlo por sus grandes hazañas,  alabadlo por su inmensa grandeza. 3 Alabadlo con el toque de cuerno,  alabadlo con arpa y con cítara, 4 alabadlo con tambores y danzas, alabadlo con cuerdas y flautas, 5 alabadlo con címbalos sonoros,  alabadlo con címbalos y aclamaciones. 6 ¡Todo cuanto respira alabe a Yahvé! ¡Aleluya! Textos relacionados: Salmo 41 , Salmo 72 , Salmo 89 , Salmo 106 El salmo 150, es una doxología musical, su ultima palabra es alabanza y adoración a Dios.  Sí te gustan los temas de estudio Biblico te recomiendo el Cuaderno Lectio Divina: Es una herramienta diseñada para ayudarte a profundizar en la prácticar de una antigua forma de oración y meditación sobre las Sagradas Escrituras. Cada ficha te guiará a través de las cuatro etapas tradicionales. Ideal para ti o de regalo.

SALMO 149

SALMO 149 Himno triunfal 1 ¡Aleluya! ¡Cantad a Yahvé un cántico nuevo: su alabanza en la asamblea de sus fieles! 2 ¡Regocíjese Israel en su Hacedor,  alégrense en su rey los de Sión: 3 alaben su nombre entre danzas, haciendo sonar tambores y cítaras. 4 Porque Yahvé se complace en su pueblo,  adorna de salvación a los desvalidos. 5 Exulten los fieles ante su gloria, desde su lugar griten de alegría,  6 con elogios a Dios en su garganta,  y en su mano espada de dos filos; 7 para tomar venganza de las naciones  e infligir el castigo a los pueblos, 8 para atar con cadenas a sus reyes, con grillos de hierro a sus magnates, 9 para aplicarles la sentencia escrita: ¡será un honor para todos sus fieles!

SALMO 148

SALMO 148 Alabanza de la creación  1 ¡Aleluya! ¡Alabad a Yahvé desde el cielo, alabadlo en las alturas, 2 alabadlo, todos sus ángeles, todas sus huestes, alabadlo! 3 ¡Alabadlo, sol y luna, alabadlo, estrellas lucientes, 4 alabadlo, cielos de los cielos, aguas que estáis sobre los cielos! 5 Alaben ellos el nombre de Yahvé,  pues él lo ordenó y fueron creados; 6 el los fijó por siempre, por los siglos, les dio una ley que nunca pasará. 7 ¡Alabad a Yahvé desde la tierra,  monstruos del mar y abismos todos,  8 fuego y granizo, nieve y bruma, viento tempestuoso, que hace su voluntad, 9 montañas y todas las colinas,  árboles frutales y todos los cedros, 10 fieras y todos los ganados, reptiles y pájaros que vuelan, 11 reyes de la tierra y pueblos todos,  dignatarios y jueces de la tierra, 12 jóvenes y doncellas también, los viejos junto con los niños! 13 Alaben el nombre de Yahvé:  sólo su nombre es sublime, su majestad sobre el cielo y la tierra. 14 Él realza el vigor de su puebl

SALMO 147 (146-147) Himno al Todopoderoso

SALMO 147 (146-147) Himno al Todopoderoso ¡Aleluya! 1 Alabad a Yahvé, que es bueno cantar a nuestro Dios, que es dulce la alabanza. 2 Yahvé reconstruye Jerusalén,  congrega a los deportados de Israel;  3 sana los corazones quebrantados, venda sus heridas. 4 Cuenta el número de las estrellas,  llama a cada una por su nombre; 5 grande y poderoso es nuestro Señor, su sabiduría no tiene medida.  6 Yahvé sostiene a los humildes,  abate por tierra a los impíos. 7 Cantad a Yahvé dándole gracias, tañed la cítara en honor de nuestro Dios: 8 El que cubre de nubes los cielos,  el que dispensa lluvia a la tierra,  y llena de hierba las montañas, de plantas para el uso del hombre; 9 el que dispensa alimento al ganado,  a las crías de cuervo cuando graznan. 10 No se deleita en el brío del caballo, ni se complace en los músculos del hombre. 11 Yahvé se complace en sus adeptos,  en los que esperan en su amor. 12 ¡Celebra a Yahvé, Jerusalén, alaba a tu Dios, Sión!, 13 que refuerza

SALMO 146

SALMO 146 (145) Himno al Dios temible   1 ¡Aleluya! ¡Alaba, alma mía, a Yahvé! 2 A Yahvé, mientras viva, alabaré,  mientras exista tañeré para mi Dios. 3 No pongáis la confianza en los nobles,  en un ser humano, incapaz de salvar; 4 exhala su aliento, retorna a su barro, ese mismo día se acaban sus planes. 5 Feliz quien se apoya en el Dios de Jacob,  quien tiene su esperanza en Yahvé, su Dios,  6 que hizo el cielo y la tierra, el mar y cuanto hay en ellos; que guarda por siempre su lealtad,  7 que hace justicia a los oprimidos,  que da pan a los hambrientos. Yahvé libera a los condenados. 8 Yahvé abre los ojos a los ciegos,  Yahvé endereza a los encorvados,  9 Yahvé protege al forastero,  sostiene al huérfano y a la viuda. 8c Yahvé ama a los honrados, 9c y tuerce el camino del malvado. 10 Yahvé reina para siempre, tu Dios, Sión, de edad en edad.

SALMO 145 (144) Himno de Alabanza a Dios Padre Amoroso

SALMO 145 (144) Himno de Alabanza a Dios Padre Amoroso  1 Himno. De David. Te ensalzaré, Dios mío, mi Rey,  bendeciré tu nombre por siempre;  2 todos los días te bendeciré,  alabaré tu nombre por siempre. 3 Grande es Yahvé, muy digno de alabanza, su grandeza carece de límites. 4 Una edad a otra encomiará tus obras,  pregonará tus hechos portentosos. 5 El esplendor, la gloria de tu majestad, el relato de tus maravillas recitaré. 6 Del poder de tus portentos se hablará, y yo tus grandezas contaré; 7 se recordará tu inmensa bondad,  se aclamará tu justicia. 8 Es Yahvé clemente y misericordioso,  tardo a la cólera y grande en amor; 9 bueno es Yahvé para con todos, tierno con todas sus creaturas. 10 Alábente, Yahvé, tus creaturas,  bendígante tus fieles; 11 cuenten la gloria de tu reinado, narren tus proezas, 12 explicando tus proezas a los hombres,  el esplendor y la gloria de tu reinado. 13 Tu reinado e

SALMO 144

SALMO 144 (143) Himno para la guerra y la victoria   1 De David. Bendito Yahvé, mi Roca, que adiestra mis manos para el combate,  mis dedos para la batalla. 2 Es mi aliado y mi baluarte, mi alcázar y libertador, el escudo que me cobija, el que me somete pueblos. 3 ¿Qué es el hombre, Yahvé, para ocuparte,  el ser humano para que pienses en él? 4 El hombre es semejante a un soplo, sus días, como sombra que pasa. 5 ¡Inclina, Yahvé, tus cielos y desciende,  toca las montañas y que echen humo; 6 fulmina el rayo y dispérsalos, lanza tus flechas y trastórnalos! 7 Extiende tus manos desde lo alto,  líbrame de las aguas caudalosas,  sálvame de la mano de extranjeros,  8 cuya boca profiere falsedades y su diestra es diestra de mentira. 9 Te cantaré, oh Dios, un cántico nuevo,  tañeré para ti el arpa de diez cuerdas, 10 tú que das a los reyes la victoria, que salvas a David tu servidor. De la espada funesta  11 sálvame, líbrame de la mano de extranjeros,  cuya boca profiere falsed

SALMO 143

SALMO 143 (142) Súplica humilde 1 Salmo. De David. Escucha, Yahvé, mi oración,  y presta oído a mi súplica; respóndeme leal, por tu justicia. 2 No entres en pleito con tu siervo, pues no hay ser vivo justo ante ti. 3 Me persigue a muerte el enemigo,  aplasta mi vida contra el suelo;  me obliga a vivir entre tinieblas, como los que han muerto para siempre. 4 Ya se apaga el aliento en mí, mi corazón por dentro enmudece. 5 Recuerdo los días de antaño,  medito todas tus acciones,  pondero las obras de tus manos;  6 hacia ti tiendo mis manos, como tierra sedienta de ti. 7 ¡Respóndeme pronto, Yahvé,  que ya me falta el aliento; no escondas tu rostro lejos de mí, pues sería como los que bajan a la fosa! 8 Hazme sentir tu amor por la mañana,  pues yo cuento contigo; muéstrame el camino que he de seguir,  pues estoy pendiente de ti. 9 Líbrame de mis enemigos, Yahvé,  pues busco refugio en ti; 10 enséñame a cumplir tu voluntad, tú, que eres mi Dios; tu espíritu, que es bueno,  me

SALMO 142 (141)

SALMO 142 (141) Oración de un perseguido 1 Poema. De David.  Cuando estaba en la cueva. Oración. 2 A gritos imploro a Yahvé,  a Yahvé suplico a gritos. 3 Derramo ante él mi lamento,  ante él expongo mi angustia, 4 cuando mi aliento se apaga; mas tú conoces mi sendero. En el camino por donde voy  me han escondido una trampa.  5 Mira a la derecha, y ve, no hay nadie que me conozca.  No hay refugio para mí,  nadie que de mí se cuide. 6 Por eso, a ti clamo, Yahvé;  te digo: ¡Tú eres mi refugio, mi porción en la tierra de los vivos! 7 Presta atención a mi clamor,  pues estoy del todo abatido. ¡Líbrame de mis perseguidores,  pues son más fuertes que yo! 8 ¡Saca mi vida de la cárcel para dar gracias a tu nombre!  Y me harán corro los justos  por tus favores conmigo.

SALMO 141 (140)

SALMO 141 (140) Contra la seducción del mal 1 Salmo. De David. Te invoco, Yahvé, ven presto,  escucha mi voz cuando te llamo. 2 Que mi oración sea como incienso para ti, mis manos alzadas, como ofrenda de la tarde. 3 Pon, Yahvé, en mi boca un centinela,  un vigía a la puerta de mis labios. 4 No inclines mi corazón a cosas malas, a perpetrar acciones criminales en compañía de hombres malhechores: ¡no dejes que comparta sus gustos! 5 Que el justo me hiera y el leal me corrija,  pero nunca el malvado perfume mi cabeza,  pues así seguiría implicado en sus maldades. 6 Quedaron a merced de la Roca, su juez,  los que oyeron con regodeo mis palabras: 7 «Como piedra molar estrellada por tierra, sus huesos se esparcen a la boca del Seol». 8 A ti, Señor Yahvé, se vuelven mis ojos, ¡en ti me cobijo, no me desampares!  9 Guárdame del lazo que me tienden,  de la trampa de los malhechores. 10 Caigan los malvados en sus redes, al tiempo que yo escapo indemne.

SALMO 140 (139)

SALMO 140 (139) Contra los malvados 1 Del maestro de coro. Salmo. De David. 2 Líbrame, Yahvé, del hombre malvado, guárdame del hombre violento, 3 de los que traman maldades en su interior,  y a diario fomentan peleas, 4 aguzan su lengua igual que serpientes, esconden en sus labios veneno de víboras. 5 Presérvame, Yahvé, de las manos del malvado,  guárdame del hombre violento, de los que proyectan trastornar mis pasos, 6b y tienden una red bajo mis pies, 6a de los insolentes que me ocultan lazos, 6c que me ponen trampas al borde del sendero. 7 Yo digo a Yahvé: Tú eres mi Dios, escucha,  Yahvé, la voz de mi súplica. 8 Yahvé, Señor mío, mi fuerza salvadora, tú proteges mi cabeza el día del combate.  9 No concedas, Yahvé, su deseo al malvado,  no dejes que su plan se realice. Los que me asedian alzan 10 su cabeza: ¡que los ahogue la malicia de sus labios, 11 que les lluevan carbones encendidos, que,  hundidos en el abismo, no se alcen; 12 que no arraigue en la tierra el des

SALMO 139 (138), La Omnipresencia de Dios

SALMO 139 (138) La Omnipresencia de Dios 1 Del maestro de coro. De David. Salmo. Tú me escrutas, Yahvé, y me conoces;  2 sabes cuándo me siento y me levanto,  mi pensamiento percibes desde lejos; 3 de camino o acostado, tú lo adviertes, familiares te son todas mis sendas. 4 Aún no llega la palabra a mi lengua,  y tú, Yahvé, la conoces por entero; 5 me rodeas por detrás y por delante, tienes puesta tu mano sobre mí. 6 Maravilla de ciencia que me supera,  tan alta que no puedo alcanzarla. 7 ¿Adónde iré lejos de tu espíritu,  adónde podré huir de tu presencia?  8 Si subo hasta el cielo, allí estás tú,  si me acuesto en el Seol, allí estás. 9 Si me remonto con las alas de la aurora,  si me instalo en los confines del mar, 10 también allí tu mano me conduce, también allí me alcanza tu diestra. 11 Si digo: «Que me cubra la tiniebla, que la noche me rodee como un ceñidor», 12 no es tenebrosa la tiniebla para t

SALMO 138 (137)

SALMO 138 (137) Himno de acción de gracias   1 De David. Te doy gracias, Yahvé, de todo corazón, por haber escuchado las palabras de mi boca.  En presencia de los ángeles tañeré en tu honor,  2 me postraré en dirección a tu santo Templo. Te doy gracias por tu amor y tu verdad,  pues tu promesa supera a tu renombre.  3 El día en que grité, me escuchaste,  aumentaste mi vigor interior. 4 Te dan gracias, Yahvé, los reyes de la tierra,  cuando escuchan las palabras de tu boca; 5 y celebran las acciones de Yahvé: «¡Qué grande es la gloria de Yahvé! 6 ¡Excelso es Yahvé, y mira al humilde,  al soberbio lo conoce desde lejos!» 7 Si camino entre angustias, me das vida, ante la cólera del enemigo,  extiendes tu mano y tu diestra me salva. 8 Yahvé lo hará todo por mí. ¡Tu amor es eterno, Yahvé, no abandones la obra de tus manos!

SALMO 137 (136)

SALMO 137 (136) Balada del desterrado 1 A orillas de los ríos de Babilonia,  estábamos sentados llorando,  acordándonos de Sión. 2 En los álamos de la orilla colgábamos nuestras cítaras. 3 Allí mismo nos pidieron cánticos nuestros deportadores,  nuestros raptores, alegría: «¡Cantad para nosotros un canto de Sión!». 4 ¿Cómo podríamos cantar un canto de Yahvé en un país extranjero? 5 ¡Si me olvido de ti, Jerusalén,  que se me seque la diestra! 6 ¡Se pegue mi lengua al paladar si no me acuerdo de ti, si no exalto a Jerusalén como colmo de mi gozo! 7 Acuérdate, Yahvé, contra la gente de Edom,  del día de Jerusalén, cuando decían: ¡Arrasad, arrasadla hasta sus cimientos! 8 ¡Capital de Babel, devastadora,  feliz quien pueda devolverte el mal que nos hiciste, 9 feliz quien agarre y estrelle a tus pequeños contra la roca!

SALMO 136

SALMO 136 (135) Letanía de acción de gracias ¡Aleluya! 1 ¡Dad gracias a Yahvé, porque es bueno,  porque es eterno su amor! 2 Dad gracias al Dios de los dioses, porque es eterno su amor; 3 dad gracias al Señor de los señores,  porque es eterno su amor. 4 Al único que ha hecho maravillas,  porque es eterno su amor. 5 Al que hizo el cielo con sabiduría, porque es eterno su amor. 6 Al que asentó la tierra sobre las aguas,  porque es eterno su amor. 7 Al que hizo las grandes lumbreras,  porque es eterno su amor; 8 el sol para regir el día, porque es eterno su amor; 9 luna y estrellas, que rigen la noche,  porque es eterno su amor. 10 Al que hirió en sus primogénitos a Egipto,  porque es eterno su amor; 11 y sacó a Israel de entre ellos, porque es eterno su amor; 12 con mano fuerte y tenso brazo,  porque es eterno su amor. 13 Al que partió en dos el mar de los Juncos,  porque es eterno su amor; 14 e hizo pasar por medio a Israel, porque es eterno su amor; 15 y h

SALMO 135

SALMO 135 (134) Himno de laudes   1 ¡Aleluya! Alabad el nombre de Yahvé,  alabad, siervos de Yahvé, 2 que servís en la Casa de Yahvé, en los atrios de la Casa de nuestro Dios. 3 Alabad a Yahvé, porque es bueno,  tañed para su nombre, que es amable.  4 Pues Yahvé se ha elegido a Jacob, a Israel, para ser su propiedad. 5 Bien sé yo que es grande Yahvé,  nuestro Señor más que todos los dioses.  6 Todo lo que quiere Yahvé, lo hace en el cielo y la tierra,  en el mar y en los abismos. 7 Levanta las nubes por el horizonte,  con los relámpagos hace llover,  saca de sus depósitos el viento. 8 Hirió a los primogénitos de Egipto,  desde personas hasta el ganado; 9 mandó señales y prodigios en medio de ti, Egipto, contra el faraón y sus ministros. 10 Hirió a incontables naciones,  dio muerte a reyes poderosos, 11 a Sijón, rey de los amorreos, a Og, rey de Basán, y a todos los reinos de Canaán; 12 y dio sus tierras en herencia,  en herencia a su pueblo Israel. 13 ¡Yahvé, tu fam

SALMO 134

SALMO 134 (133) Para la fiesta nocturna 1 Canción de las subidas. ¡Vamos, bendecid a Yahvé todos los siervos de Yahvé, que servís en la Casa de Yahvé, en los atrios de la Casa de nuestro Dios! ¡Por las noches  2 alzad las manos al santuario, y bendecid a Yahvé! 3 ¡Te bendiga desde Sión Yahvé, que hizo el cielo y la tierra!

SALMO 133

SALMO 133 (132) La unión fraterna 1      Canción de las subidas. De David. ¡Mira que es bueno y da gusto que los hermanos convivan juntos! 2 Como ungüento fino en la cabeza,  que va bajando por la barba, que baja por la barba de Aarón,  hasta la orla de sus vestidos. 3 Como el rocío que baja del Hermón  sobre las cumbres de Sión; allí dispensa Yahvé bendición,  la vida para siempre.

SALMO 132

SALMO 132 (131) En el aniversario del traslado del arca   1 Canción de las subidas.  Acuérdate, Yahvé, de David, de todos sus desvelos, 2 del juramento que hizo a Yahvé, de su voto al Fuerte de Jacob: 3 «No he de entrar en la tienda, mi casa,  no me meteré en la cama en que reposo,  4 no he de conceder sueño a mis ojos ni quietud a mis párpados, 5 hasta encontrar un lugar para Yahvé,  una morada para el Fuerte de Jacob». 6 Sí, oímos de Ella que está en Efratá, ¡la hemos encontrado en los Campos del Bosque!  7 ¡Entremos en el lugar donde Él habita,  postrémonos ante el estrado de sus pies! 8 ¡Levántate, Yahvé, hacia tu reposo,  ven con el arca de tu poder! 9 Tus sacerdotes se vistan de fiesta, griten de alegría tus amigos. 10 A causa de David, tu siervo, no rechaces el rostro de tu ungido. 11 Yahvé ha jurado a David verdad que no retractará: «Un fruto de tu seno sentaré en tu trono. 12 Si tus hijos guardan mi alianza,  el dictamen que yo les enseño,  también sus hijos para siempre se se

SALMO 131 (130), La Infancia Espiritual

SALMO 131 (130) La infancia espiritual.  1 Canción de las subidas. De David . Mi corazón, Yahvé, no es engreído,  ni son mis ojos altaneros. No doy vía libre a la grandeza,  ni a prodigios que me superan. 2 No, me mantengo en paz y silencio,  como niño en el regazo materno. ¡Mi deseo no supera al de un niño! 3 ¡Espera, Israel, en Yahvé  desde ahora y por siempre! Textos relacionados: Salmo 139 ,  Isaías 66, 12-13, Mateo 18, 1-5 El salmo 131 (130)  es conocido como el tierno salmo de confianza, está relacionado con la imagen de la madre con su niño en brazos, reflejando la serenidad de la confianza plena, característica de la infancia espiritual. Ha sido la inspiración de santos, que se ven como pequeños en los brazos de Jesús.  El tema central del Salmo 131 es la humildad y la confianza en Dios. El salmista expresa su actitud humilde y tranquila ante Dios, de abandono en Dios y se somete a su voluntad, buscando la paz y la tra