Bibliografía y Nota sobre las Citas Bíblicas
Los textos bíblicos aquí presentados tienen como objetivo iluminar cada uno de
los misterios del Rosario, ayudando al orante a entrar en contemplación
profunda de la vida de Jesús y de María. Cada pasaje ha sido cuidadosamente
seleccionado para enriquecer la meditación de los misterios gozosos,
dolorosos, gloriosos y luminosos. Estos versículos no sustituyen la lectura de
la Biblia completa, sino que son una puerta de entrada al encuentro con la
Palabra viva de Dios y su uso es exclusivamente pastoral.
Te invitamos a consultar estos pasajes directamente en tu propia Biblia, o a
adquirir una en tu librería más cercana, ya que al leerlos con calma y fe, y a
dejar que el Espíritu Santo hable a tu corazón a través de ellos. La lectura
orante de la Palabra, unida al rezo del Rosario, transforma la vida y
fortalece la fe.
Los versículos utilizados para acompañar la contemplación de los misterios del
Santo Rosario han sido tomados de: Biblia de Jerusalén. Desclée De Brouwer,
Bilbao, 4ta. edición. Esta traducción es reconocida por su fidelidad a los
textos originales, su uso litúrgico en numerosos países de habla hispana, Es
una fuente confiable para la meditación y el estudio de la Sagrada Escritura
dentro del contexto de la fe católica.
“La ignorancia de las Escrituras es ignorancia de Cristo.” — San
Jerónimo
Misterios Gozosos
La Anunciación del nacimiento de Jesús. Lc 1, 26-38;
Lucas 1, 26-38
26 Al sexto mes envió Dios el ángel Gabriel a un pueblo de Galilea, llamado Nazaret,
27 a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David. La virgen se llamaba María.
28 Cuando entró, le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.»
29 Ella se conturbó por estas palabras y se preguntaba qué significaría aquel saludo.
30 El ángel le dijo:
«No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios;
31 vas a concebir en tu seno y a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús.
32 Él será grande, le llamarán Hijo del Altísimo y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre;
33 reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin.»
34 María respondió al ángel: «¿Cómo será esto posible, si no conozco varón?»
35 El ángel le respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso, el que va a nacer será santo y le llamarán Hijo de Dios.
36 Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez y ya está en el sexto mes la que era considerada estéril,
37 porque no hay nada imposible para Dios.»
38 Dijo María: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.» Y el ángel la dejó y se fue.
Misterios Gozosos, Lunes y Sábado
La Visitación de María a Isabel. Lc 1, 39-45;
Lucas 1, 39-45
39 En aquellos días, se puso en camino María y se dirigió con prontitud a la región montañosa, a una población de Judá.;
40 Entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.
41 En cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno; Isabel quedó llena de Espíritu Santo
42 y exclamó a gritos: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno;
43 ¿cómo así viene a visitarme la madre de mi Señor?
44 Porque apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno.
45 ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!»
Misterios Gozosos, Lunes y Sábado
El Nacimiento del Hijo de Dios Lc. 2, 6-11
Lc. 2, 6-11
6 Mientras estaban allí, se le cumplieron los días del alumbramiento
7 y dio a luz a su hijo primogénito. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el albergue.
8 Había en la misma comarca unos pastores, que dormían al raso y vigilaban por turno durante la noche su rebaño.
9 Se les presentó el ángel del Señor; la gloria del Señor los envolvió en su luz y se llenaron de temor.
10 El ángel les dijo: «No temáis, pues os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo:
11 os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador, que es el Cristo Señor.
Misterios Gozosos, Lunes y SábadoLa presentación de Jesús en el Templo. Lc 2, 22-25. 34-35
Lucas 2, 22-24. 34-35
22 Cuando se cumplieron los días en que debían purificarse, según la Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor,
23 como está escrito en la Ley del Señor: Todo varón primogénito será consagrado al Señor,
24 y para ofrecer en sacrificio un par de tórtolas o dos pichones, conforme a lo que se dice en la Ley del Señor.
25 Vivía por entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón. Era una persona justa y piadosa, que esperaba que Dios consolase a Israel; y estaba en él el Espíritu Santo.
34 Simeón los bendijo y dijo a María, su madre:
«Éste está destinado para caída y elevación de muchos en Israel, y como signo de contradicción —
35 ¡a ti misma una espada te atravesará el alma!—, a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones.»
Misterios Gozosos, Lunes y Sábado
La Pérdida del Niño Jesús y su hallazgo en el templo Lc 2, 41-47
Lucas 2, 41-47
41 Sus padres iban todos los años a Jerusalén a la fiesta de la Pascua.
42 Cuando cumplió los doce años, subieron como de costumbre a la fiesta.
43 Pasados aquellos días, ellos regresaron, pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que sus padres lo advirtieran.
44 Creyendo que estaría en la caravana, y tras hacer un día de camino, lo buscaron entre los parientes y conocidos.
45 Pero, al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén en su busca.
46 Al cabo de tres días, lo encontraron en el Templo sentado en medio de los maestros, escuchándoles y haciéndoles preguntas.
47 Todos cuantos le oían estaban estupefactos, por su inteligencia y sus respuestas.
Misterios Gozosos, Lunes y Sábado
Misterios Dolorosos
La oración de Jesús en Getsemaní. Mc. 14, 33-36
Mc. 14, 33-36
33 Tomó consigo a Pedro, Santiago y Juan, y comenzó a sentir pavor y
angustia.
34 Les dijo entonces: «Mi alma está triste hasta el punto de morir;
quedaos aquí y velad.»
35 Él se adelantó un poco, cayó en tierra y suplicaba que a ser posible
pasara de él aquella hora.
36 Decía: «¡Abbá, Padre!, todo es posible para ti; aparta de mí esta
copa, pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres tú.
Misterios Dolorosos, Martes y Viernes
La flagelación Jn 19, 1
1 Pilato entonces tomó a Jesús y mandó azotarle.
La coronación de espinas. Jn 19, 2
2 Los soldados trenzaron una corona de espinas, se la pusieron en la cabeza y le vistieron un manto de púrpura
Jesús con la cruz a cuestas. Jn 19, 17
Muerte de Jesús. Lc.23, 44-46
Lucas 23, 44-46
44 Era ya cerca de la hora sexta, cuando se oscureció el sol y toda la
tierra quedó en tinieblas hasta la hora nona.
45 El velo del Santuario se rasgó por medio
46 y Jesús, dando un fuerte grito, dijo: «Padre, en tus manos pongo mi
espíritu.» Y, dicho esto, expiró.
Misterios Dolorosos, Martes y Viernes
Misterios Gloriosos
El Anuncio de la Resurrección. Mt.28, 1-8
Mateo 28, 1-8
1 Pasado el sábado, al alborear el primer día de la semana, María
Magdalena y la otra María fueron a ver el sepulcro.
2 De pronto se produjo un gran
terremoto, pues un ángel del Señor bajó del cielo y, acercándose, hizo
rodar la piedra y se sentó encima de ella.
3 Su aspecto era como el relámpago, y su vestido, blanco como la
nieve.
4 Los guardias, atemorizados al verlo, se pusieron a temblar y se quedaron
como muertos.
5 El ángel se dirigió a las mujeres y les dijo: «Vosotras no temáis, pues
sé que buscáis a Jesús, el Crucificado.
6 Pero no está aquí, pues ha resucitado, como había anunciado. Venid, ved
el lugar donde estaba.
7 Y ahora id enseguida a decir a sus discípulos: ‘Ha resucitado de entre
los muertos e irá delante de vosotros a Galilea; allí lo veréis.’ Ya os lo
he dicho.»
8 Ellas partieron a toda prisa del sepulcro, con miedo y gran gozo, y
corrieron a dar la noticia a sus discípulos.
Misterios Gloriosos, Miércoles y Domingos
La Ascensión de Jesús. Hch. 1, 9-11
Hechos de los Apostoles 1, 9-11
9 Dicho esto, fue levantado en presencia de ellos, y una nube lo ocultó a
sus ojos.
10 Mientras ellos estaban mirando fijamente al cielo, viendo cómo se iba,
se les presentaron de pronto dos hombres vestidos de blanco
11 que les dijeron:
«Galileos, ¿por qué permanecéis mirando al
cielo? Este Jesús, que de entre vosotros ha sido llevado al cielo, volverá
tal como lo habéis visto marchar».
Misterios Gloriosos, Miércoles y Domingos
La venida del Espíritu Santo. Hch. 2, 1-13
Hechos de los Apostoles 2, 1-13
1 Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos con un mismo
objetivo.
2 De repente vino del cielo un ruido como una impetuosa ráfaga de viento,
que llenó toda la casa en la que se encontraban.
3 Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se
posaron sobre cada uno de ellos.
4 Entonces quedaron todos llenos de Espíritu Santo y se pusieron a hablar
en diversas lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse.
5 Residían en Jerusalén hombres piadosos, venidos de todas las naciones que hay bajo el cielo.
6 Al producirse aquel ruido, la gente se congregó y se llenó de estupor,
porque cada uno les oía hablar en su propia lengua.
7 Estupefactos y admirados, decían: «¿Acaso no son galileos todos estos
que están hablando?
8 Pues ¿cómo cada uno de nosotros les oímos en nuestra propia lengua
nativa?
9 Aquí estamos partos, medos y elamitas; hay habitantes de Mesopotamia,
Judea, Capadocia, el Ponto, Asia,
10 Frigia, Panfilia, Egipto y la parte de Libia fronteriza con Cirene;
también están los romanos residentes aquí,
11 tanto judíos como prosélitos, cretenses y árabes. ¿Cómo es posible que
les oigamos proclamar en nuestras lenguas las maravillas de Dios?»
12 Todos estaban estupefactos y perplejos, y se decían unos a otros: «¿Qué
significa esto?»
13 Otros, en cambio, decían riéndose: «¡Están repletos de vino!»
Misterios Gloriosos, Miércoles y Domingos
La Asunción de la Virgen María al Cielo. Ap. 12, 13-18
Apocalipsis 12, 13-18
13 Cuando el Dragón vio que había sido arrojado a la tierra, persiguió a
la Mujer que había dado a luz al Hijo varón.
14 Pero le dieron a la Mujer las dos alas del águila grande para volar al
desierto, a su lugar, lejos del Dragón, donde tiene que ser alimentada un
tiempo y tiempos y medio tiempo.
15 Entonces el Dragón vomitó de sus fauces como un río de agua, cuando la
Mujer escapaba, con intención de arrastrarla con su corriente.
16 Pero la tierra vino en auxilio de la Mujer: la tierra abrió su boca y
absorbió el río vomitado de las fauces del Dragón.
17 Entonces, despechado contra la Mujer, se fue a luchar contra el resto
de sus hijos, los que guardan los mandamientos de Dios y se mantienen
firmes en el testimonio de Jesús.
18 Yo estaba de pie, sobre la arena del mar.
Misterios Gloriosos, Miércoles y Domingos
El Cántico de la Virgen María. Lc 1, 46-50
Lucas 1, 46-50
46 Dijo María:
«Alaba mi alma la grandeza del Señor
47 y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador,
48 porque ha puesto los ojos en la pequeñez de su esclava. Desde ahora, todas las generaciones me llamarán bienaventurada,
49 porque ha hecho en mi favor cosas grandes el Poderoso, Santo es su nombre
50 y su misericordia alcanza de generación en generación a los que le temen.
Misterios Gloriosos, Miércoles y Domingos
Misterios Luminosos
El Bautismo de Jesús. Lc. 3, 21-22
Lucas 3,21-22
21 Toda la gente se estaba bautizando. Jesús, ya bautizado, se hallaba
en oración, cuando se abrió el cielo,
22 bajó sobre él el Espíritu Santo en forma corporal, como una paloma, y
llegó una voz del cielo: «Tú eres mi hijo; hoy te he engendrado.»
Misterios Luminosos, Jueves
La boda en Caná. Jn. 2, 1-12
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Juan 2, 1-12
1 Tres días después se celebraba una boda en Caná de Galilea, y estaba allí la madre de Jesús.
2 Fueron invitados también a la boda Jesús y sus discípulos.
3 Al quedarse sin vino, por haberse acabado el de la boda, le dijo a Jesús su madre: «No tienen vino.»
4 Jesús le respondió: «¿Qué tengo yo contigo, mujer? Todavía no ha llegado mi hora.»
5 Pero su madre dijo a los sirvientes: «Haced lo que él os diga.»
6 Había allí seis tinajas de piedra, destinadas a las purificaciones de los judíos, de dos o tres medidas cada una.
7 Jesús les dijo: «Llenad las tinajas de agua.» Ellos las llenaron hasta arriba.
8 «Sacadlo ahora —les dijo— y llevadlo al maestresala.» Ellos lo llevaron.
9 Cuando el maestresala probó el agua convertida en vino, como ignoraba de dónde era (los sirvientes, los que habían sacado el agua, sí que lo sabían), llamó al novio
10 y le dijo: «Todos sirven primero el vino bueno, y cuando ya están bebidos, el inferior. Tú, en cambio, has reservado el vino bueno hasta ahora.»
11 Éste fue el comienzo de los signos que realizó Jesús, en Caná de Galilea; así manifestó su gloria y creyeron en él sus discípulos.
12 Después bajó a Cafarnaún con su madre, sus hermanos y sus discípulos, pero no se quedaron allí muchos días.
Misterios Luminosos, Jueves
El anuncio del Reino de Dios invitando a la conversión. Lc. 7, 47-48
Lucas 7, 47-48
47 Por eso te digo que quedan perdonados sus numerosos pecados, porque ha mostrado mucho amor. A quien poco se le perdona, poco amor muestra.»
48 Y le dijo a ella: «Tus pecados quedan perdonados.
Misterios Luminosos, Jueves
La Transfiguración de Jesús. Mt.17, 1
1 Seis días después, tomó Jesús consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y los llevó aparte, a un monte alto.
La institución de la Eucaristía. Mt. 26, 26-28
Mateo 26, 26-28
26 Mientras estaban comiendo, tomó Jesús pan y lo bendijo, lo partió y,
dándoselo a sus discípulos, dijo: «Tomad, comed, éste es mi
cuerpo.»
27 Tomó luego una copa y, después de dar las gracias, se la pasó diciendo:
«Bebed de ella todos,
28 porque ésta es mi sangre de la Alianza, que es derramada por muchos
para perdón de los pecados.
Misterios Luminosos, Jueves
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