12. Momentos de Oscuridad
Señor Jesucristo,
de la oscuridad de la muerte hiciste surgir la luz.
En el abismo de la soledad más profunda habita,
de ahora en adelante y para siempre,
la protección poderosa de tu amor
desde el rincón oscuro ya podemos cantar
el aleluya de los que se salvan.
Concédenos la humilde simplicidad de la fe,
que no se desvanece cuando nos acosas en las
horas de oscuridad y abandono,
cuando todo se torna problemático.
Concédenos en este tiempo en que,
en derredor de uno se traba una lucha mortal,
la luz suficiente para no perderte de vista;
suficiente luz para poder entregarla a los que de ella
necesitan más que nosotros.
Haz brillar sobre nosotros el misterio
de tu alegría pascual como aurora de la mañana.
Concédenos ser personas verdaderamente pascuales
en medio del sábado santo de la historia
Concédenos que, a través de los días luminosos
y oscuros del tiempo en que vivimos,
podamos siempre con ánimo alegre,
caminar hacia la gloria futura.
Amén.
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