61. Súplica en el Cansancio
Madre, vengo del tumulto de la vida.
El cansancio me invade todo el cuerpo
y sobre todo el alma.
Es tan difícil aceptar con paz todo lo que
sucede alrededor de uno durante una
jornada de trabajo y lucha...
Las cosas en las que habíamos
depositado tanta ilusión, decepcionan.
Las personas a las que queremos
entregar bondad, nos rechazan.
Y aquellas otras a las que acudimos
en una necesidad, intentan sacar provecho.
Por eso vengo a Ti, oh Madre,
porque dentro de mí camina un niño inseguro.
Pero junto a Ti me siento fuerte y confiado.
Sólo el pensar que tengo
una madre como Tú, me da ánimo.
Me siento apoyado en tu brazo y guiado por tu mano.
De esta manera puedo,
con tranquilidad, retomar el camino.
Renuévame por completo para
que consiga ver lo hermoso de la vida.
Levántame para que pueda caminar sin miedo.
Dame tu mano para que
acierte siempre con mi camino.
Dame tu bendición, para que mi presencia sea,
en medio del mundo, un signo de tu bendición.
Amén.
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