Narra cómo Dios libera a su pueblo, Israel, de la esclavitud a la que estaba
sometido por Egipto, lo protege en su peregrinar por el desierto y hace una
alianza de compromiso y fidelidad a la ley y el culto.
Los siguientes capítulos de este libro, son los que vamos a utilizar en los
talleres de oración, para meditar sobre Dios como Padre amoroso. En la lectio
divina los usaremos como texto referentes al Evangelio, según el año
litúrgico. También los usaremos de base para temas de análisis o estudio en
las reuniones de grupo y material para las catequesis. Preparemonos para
escudriñar el mundo de las Escrituras Sagradas.
1 Éstos son los nombres de los israelitas que fueron a Egipto con Jacob, cada
uno con su familia:
5 Los descendientes de Jacob eran setenta personas. José estaba ya en
Egipto.
7 Pero los israelitas eran fecundos y se propagaban; se multiplicaban y hacían
muy fuertes, y llenaban el país.
9 y dijo a su pueblo: «Mirad, el pueblo de Israel es más numeroso y fuerte que
nosotros.
10 Actuemos sagazmente contra ellos para que no sigan multiplicándose, no sea
que en caso de guerra se alíen también con nuestros enemigos, luchen contra
nosotros y se marchen del país.»
11 Entonces, les impusieron capataces para oprimirlos con duros trabajos; y
así edificaron para el faraón las ciudades de depósito: Pitom y Ramsés.
12 Pero cuanto más los oprimían, tanto más se multiplicaban y crecían, de modo
que los egipcios llegaron a temer a los israelitas. 13 Los egipcios
esclavizaron brutalmente a los israelitas, 14 amargándoles la vida con dura
servidumbre, con los trabajos del barro, de los ladrillos, del campo y con
toda clase de servidumbre. Los esclavizaron brutalmente.
15 Además, el rey de Egipto dijo a las parteras de las hebreas (una de ellas
se llamaba Sifrá, y la otra Puá):
16 «Cuando asistáis a las hebreas, fijaos bien: si es niño, matadlo; si es
niña, que viva.»
17 Pero las comadronas temían a Dios, y no hicieron lo que les había mandado
el rey de Egipto, sino que dejaban con vida a los niños.
18 El rey de Egipto llamó a las comadronas y les dijo: «¿Por qué habéis hecho
esto y dejáis con vida a los niños?»
19 Respondieron las comadronas al faraón: «Es que las mujeres hebreas no son
como las egipcias; son más robustas, y antes que llegue la comadrona, ya han
dado a luz.»
20 Dios premió a las comadronas. El pueblo se multiplicaba y se iba
consolidando.
22 Entonces el faraón ordenó a toda su gente que arrojaran al Río a todo niño
recién nacido, pero que dejasen con vida a las niñas.»
rebaño de su suegro Jetró, sacerdote de Madián. Trashumando con el rebaño por
el desierto, llegó hasta Horeb , la montaña de Dios.
2 Allí se le
apareció el ángel de Yahvé en una llama de fuego , en medio de una zarza. Moisés
vio que la zarza ardía, pero no se consumía.
«Voy a acercarme para ver este extraño caso: por qué no se consume la
zarza.»
4 Cuando Yahvé vio que Moisés se acercaba para mirar, le
llamó de en medio de la zarza: «¡Moisés, Moisés!»
«He visto la aflicción de mi pueblo en Egipto; he escuchado el clamor ante sus
opresores y conozco sus sufrimientos.
8 He bajado para librarlo de la mano de los egipcios y para subirlo de esta
tierra a una tierra buena y espaciosa; a una tierra que mana leche y miel, al
país de los cananeos, de los hititas, de los amorreos, de los perizitas, de
los jivitas y de los jebuseos.
9 El clamor de los israelitas ha llegado hasta mí y he visto la opresión con
que los egipcios los afligen.
yo te envío al faraón para que saques a mi pueblo, los israelitas, de
Egipto.»
11 Moisés dijo a Dios:
«Yo estaré contigo, y ésta será la señal de que yo te envío: Cuando hayas
sacado al pueblo de Egipto, daréis culto a Dios en este monte.»
«Si, cuando vaya a los israelitas y les diga: ‘El Dios de vuestros padres me
ha enviado a vosotros’, ellos me preguntan: ‘¿Cuál es su nombre?’, ¿qué les
responderé?»
14 Dijo Dios a Moisés:
«Yo soy el que soy.» Y añadió: «Esto dirás a los israelitas: ‘Yo soy’ me ha
enviado a vosotros.»
15 Siguió Dios diciendo a Moisés:
‘Yahvé, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac y el
Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros’. Éste es mi nombre para siempre; por
él seré recordado generación tras generación.
‘Yahvé, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob,
se me apareció y me dijo: Yo os he visitado y me he dado cuenta de lo que os
han hecho en Egipto.
17 Así que he decidido sacaros de la aflicción
de Egipto y llevaros al país de los cananeos, los hititas, los amorreos,
perizitas, jivitas y jebuseos, a una tierra que mana leche y miel.’
18
Ellos te harán caso. Tú entonces irás con los ancianos de Israel donde el rey
de Egipto y le diréis: ‘Yahvé, el Dios de los hebreos, se nos ha aparecido; y
ahora tenemos que hacer un viaje durante tres días por el desierto, para
ofrecer sacrificios a Yahvé, nuestro Dios.’
19 Ya sé que el rey de
Egipto no os dejará ir, a no ser forzado por una mano poderosa.
20
Pero yo extenderé mi mano y heriré a Egipto con toda suerte de prodigios, que
obraré en medio de ellos, y entonces os dejará salir.»
21 «Haré que este
pueblo obtenga el favor de los egipcios, de modo que cuando partáis, no
salgáis con las manos vacías,
22 sino que cada mujer pedirá a su vecina y a la dueña de su casa objetos de
plata, objetos de oro y vestidos, que pondréis a vuestros hijos y a vuestras
hijas, y así despojaréis a los egipcios.»
El altar del incienso.
1 Harás también un altar para quemar el incienso. Lo construirás con madera
de acacia.
2 Será cuadrado: de un codo de largo y otro de ancho; y medirá dos
codos de alto. Sus cuernos formarán un solo cuerpo con él.
3 Lo revestirás de oro puro, tanto su parte superior como sus costados, así
como sus cuernos. Pondrás en su derredor una moldura de oro,
4 y debajo de la moldura, a los costados, colocarás dos anillas. Las pondrás
a ambos lados, para meter por ellas los varales con que transportarlo.
5 Harás los varales de madera de acacia y los revestirás de oro.
6 Colocarás el altar delante del velo que está junto al arca del Testimonio
y ante el propiciatorio que cubre el Testimonio, donde yo me encontraré
contigo.
7 Aarón quemará en él incienso aromático; lo quemará todas la mañanas, al
preparar las lámparas,
8 y lo quemará también cuando al atardecer alimente las lámparas. Será
incienso continuo ante Yahvé, de generación en generación.
9 No ofrezcáis sobre él incienso profano, ni holocausto ni oblación, ni
derraméis sobre él libación alguna.
10 Aarón hará expiación una vez al año sobre los cuernos de este altar. Con
la sangre del sacrificio por el pecado, es decir, el de la expiación, hará
expiación por él una vez al año a lo largo de vuestras generaciones. Cosa
sacratísima es el altar en honor de Yahvé.
El impuesto para el Santuario.
11 Yahvé habló así a Moisés:
12 Cuando cuentes el número de los israelitas para hacer su censo, cada uno
pagará a Yahvé el rescate por su vida al ser empadronado, para que no haya
plaga entre ellos con motivo del empadronamiento.
13 Cada uno de los comprendidos en el censo deberá entregar medio siclo, en
siclos del Santuario. Este siclo equivale a veinte óbolos. El tributo
reservado a Yahvé será de medio siclo.
14 Todos los comprendidos en el censo, de veinte años en adelante, pagarán
el tributo reservado a Yahvé. 15 Cuando paguéis el tributo a Yahvé como
rescate de vuestras vidas , el rico no pagará más de medio siclo, ni el
pobre menos. 16 Tomarás el dinero del rescate de los israelitas y lo
entregarás para el servicio de la Tienda del Encuentro; y servirá a los
israelitas de recordatorio ante Yahvé por el rescate de sus vidas.
La fuente de bronce.
17 Yahvé habló así a Moisés:
18 Fabrica una pila de bronce, con su base también de bronce, para las
abluciones. Colócala entre la Tienda del Encuentro y el altar, y echa agua
en ella,
19 para que Aarón y sus hijos puedan lavarse las manos y los pies.
20 Porque, antes de entrar en la Tienda del Encuentro, se han de lavar con
agua para no morir. También deberán hacerlo antes de acercarse al altar para
el ministerio de quemar los manjares que se abrasan en honor de Yahvé.
21 Se lavarán las manos y los pies, y no morirán. Éste será decreto perpetuo
para ellos, para Aarón y su posteridad, de generación en generación.
El óleo de la unción .
22 Yahvé habló así a Moisés:
23 Toma aromas selectos: quinientos siclos de mirra pura; la mitad, o sea,
doscientos cincuenta, de cinamomo; doscientos cincuenta de caña
aromática;
24 quinientos de casia, en siclos del Santuario, y un sextario de aceite de
oliva.
25 Prepararás con todo ello el óleo para la unción sagrada: un perfume
aromático tal como lo prepara un perfumista. Éste será el óleo para la
unción sagrada.
26 Con él ungirás la Tienda del Encuentro y el arca del Testimonio,
27 la mesa con todos sus utensilios, el candelabro con todos sus utensilios,
el altar del incienso,
28 el altar del holocausto con todos sus utensilios y la pila con su
base.
29 Así los consagrarás y serán cosa sacratísima. Todo cuanto los toque
quedará santificado.
30 Ungirás también a Aarón y a sus hijos y los consagrarás para que ejerzan
mi sacerdocio.
31 Habla a los israelitas y diles: Éste será para vosotros el óleo de la
unción sagrada de generación en generación.
32 No debe derramarse sobre el cuerpo de ningún hombre. No haréis ningún
otro de composición parecida a la suya. Santo es y lo tendréis por cosa
sagrada.
33 Cualquiera que prepare otro semejante, o lo derrame de él sobre un laico,
será exterminado de su pueblo.
El incienso sagrado.
34 Yahvé dijo a Moisés: Procúrate en cantidades iguales aromas: estacte, uña
marina y gálbano, especias aromáticas e incienso puro.
35 Prepara con ello, según el arte del perfumista, un incienso perfumado,
sazonado con sal, puro y santo. 36 Pulverizarás una parte, que pondrás
delante del Testimonio, en la Tienda del Encuentro, donde yo me encontraré
contigo. Será para vosotros cosa sacratísima.
37 Y en cuanto a la composición de este incienso que vas a hacer, no la
imitéis para vuestro uso. Lo tendrás por consagrado a Yahvé.
38 Cualquiera que prepare otro semejante para aspirar su fragancia, será
exterminado de en medio de su pueblo.
Exodo Capítulo 31
Los obreros para la construcción del Santuario.
1 Yahvé habló así a Moisés:
2 He designado a Besalel, hijo de Urí, hijo de Jur, de
la tribu de Judá,
3 y le he llenado del espíritu de Dios concediéndole habilidad, pericia y
experiencia en toda clase de trabajos.
4 Así podrá concebir y realizar proyectos en oro, plata y bronce,
5 labrar piedras de engaste, tallar la madera y ejecutar cualquier otra
labor.
6 Le he dado por colaborador a Oholiab, hijo de Ajisamac, de la tribu de
Dan. Y además, he infundido habilidad en todos los hombres capaces, de modo
que puedan elaborar todo lo que te he mandado:
7 la Tienda del Encuentro, el arca del Testimonio, el propiciatorio que la
cubre y todos los utensilios de la Tienda;
8 la mesa con sus utensilios, el candelabro con todos sus utensilios, el
altar del incienso,
9 el altar del holocausto con todos sus utensilios, la pila con su
base;
10 las vestiduras de ceremonia, las vestiduras sagradas del sacerdote Aarón,
y las vestiduras de sus hijos para las funciones sacerdotales;
11 el óleo de la unción y el incienso aromático para el Santuario. Ellos lo
harán conforme a todo lo que te he ordenado.
El sabado.
12 Yahvé habló así a Moisés:
13 Di a los israelitas: No dejéis de guardar mis sábados, porque el sábado
es una señal entre mí y vosotros, de generación en generación, para que
sepáis que yo soy Yahvé, el que os santifico.
14 Guardad el sábado, pues debe ser sagrado para vosotros. El que lo profane
morirá. Todo el que haga algún trabajo en él será exterminado de en medio de
su pueblo.
15 Seis días se trabajará, pero el día séptimo será día de descanso
completo, consagrado a Yahvé. Todo aquel que trabaje en sábado morirá.
16 Los israelitas guardarán el sábado y lo celebrarán de generación en
generación como alianza perpetua.
17 Será una señal perpetua entre mí y los israelitas, pues en seis días hizo
Yahvé los cielos y la tierra, y el día séptimo descansó y tomó respiro.
18 Después de hablar con Moisés en el monte Sinaí, le dio las dos tablas del
Testimonio, tablas de piedra, escritas por el dedo de Dios.
Exodo Capítulo 32
5. EL BECERRO DE ORO Y LA RENOVACIÓN
DE LA ALIANZA
El becerro de oro .
1 Al ver el pueblo que Moisés tardaba en bajar del monte, se reunió en torno
a Aarón y le dijo: «Anda, haznos un dios que nos guíe, pues no sabemos qué
ha sido de ese Moisés, que nos sacó del país de Egipto.»
2 Aarón les respondió: «Quitad de las orejas los pendientes de oro a
vuestras mujeres, hijos e hijas, y traédmelos.»
3 Todo el pueblo se quitó los pendientes de oro de las orejas, y los entregó
a Aarón.
4 Él los tomó de sus manos, los fundió en un molde e hizo un becerro de
fundición. Entonces ellos exclamaron: «Éste es tu Dios, Israel, el que te ha
sacado del país de Egipto.»
5 Al verlo Aarón, erigió un altar ante el becerro y anunció: «Mañana habrá
fiesta en honor de Yahvé.»
6 Al día siguiente se levantaron de
madrugada y ofrecieron holocaustos y presentaron
sacrificios de comunión. El pueblo se sentó a comer y beber, y después se
levantó para divertirse.
Ira de Yahvé.
7 Yahvé dijo a Moisés: «¡Anda, baja!,
porque se ha pervertido tu pueblo, el que sacaste del país de Egipto.
8 Bien pronto se han apartado del camino que yo les había prescrito. Se han
hecho un becerro fundido y se han postrado ante él; le han ofrecido
sacrificios y han dicho: ‘Éste es tu Dios, Israel, el que te ha sacado del
país de Egipto.’»
9 Y añadió Yahvé a Moisés:
«Ya veo que este pueblo es un pueblo de dura cerviz.
10 Déjame ahora que se encienda mi ira contra ellos y los devore; de ti, en
cambio, haré un gran pueblo.»
Ruego de Moisés .
11 Pero Moisés trató de aplacar a Yahvé su Dios, diciendo: «¿Por qué, oh
Yahvé, ha de encenderse tu ira contra tu pueblo, el que tú sacaste del país
de Egipto con gran poder y mano fuerte?
12 ¿Por qué han de decir los egipcios que los sacaste con mala intención,
para matarlos en las montañas y exterminarlos de la superficie de la tierra?
Abandona el ardor de tu cólera y arrepiéntete de la amenaza contra tu
pueblo.
13 Acuérdate de Abrahán, de Isaac y de Israel, tus siervos, a quienes por ti
mismo juraste: ‘Multiplicaré vuestra descendencia como las estrellas del
cielo; y toda esta tierra, de la que os he hablado, se la daré a vuestros
descendientes, que la heredarán para siempre.’»
14 Entonces Yahvé renunció a lanzar el mal con que había amenazado a su
pueblo.
Moisés rompe las tablas de la Ley.
15 Moisés se volvió y bajó del monte, con las dos tablas del Testimonio en
su mano, tablas escritas por ambos lados; por una y otra cara estaban
escritas.
16 Las tablas eran obra de Dios, y la escritura era escritura de Dios,
grabada en las tablas.
17 Al oír Josué las voces y el griterío del pueblo, dijo a Moisés: «Hay
gritos de guerra en el
campamento.»
18 Respondió Moisés:
«No es grito de victoria, no es grito de derrota.
Es grito de algazara lo que oigo.»
19 Al acercarse al campamento y ver el becerro y las danzas, Moisés ardió en
ira, arrojó las tablas y las hizo añicos al pie del monte.
20 Luego tomó el becerro que habían hecho y lo quemó; lo molió, lo esparció
en el agua, y se lo dio a beber a los israelitas.
21 Moisés preguntó a Aarón: «¿Qué te ha hecho este pueblo para que lo
cargues con tan grande culpa?» 22 Aarón respondió: «No se encienda la ira de
mi señor. Tú sabes que este pueblo es obstinado.
23 Me pidieron que les fabricase un dios que les guiase, pues decían que no
sabían qué le había sucedido a ese Moisés que los había sacado del país de
Egipto.
24 Yo les contesté que el que tuviera oro que se desprendiese de él. Ellos
se lo quitaron y me lo dieron; yo lo eché al fuego y salió este becerro.»
Celo de los levitas.
25 Moisés vio que el pueblo estaba desenfrenado, pues Aarón les había
permitido entregarse a la idolatría en medio de sus adversarios.
26 Entonces Moisés se plantó a la puerta del campamento y exclamó: «¡A mí
los de Yahvé!», y se le unieron todos los hijos de Leví.
27 Él les dijo: «Esto dice Yahvé, el Dios de Israel: Ceñíos cada uno vuestra
espada al costado; pasad y repasad por el campamento de puerta en puerta, y
matad cada uno a su hermano, a su amigo y a su pariente.»
28 Los hijos de Leví cumplieron la orden de Moisés. Aquel día cayeron unos
tres mil hombres del pueblo.
29 Luego dijo Moisés: «Hoy habéis recibido la investidura como sacerdotes de
Yahvé, cada uno a costa de vuestros hijos y vuestros hermanos, para que él
os dé hoy la bendición.»
Moisés intercede de nuevo por el pueblo.
30 Al día siguiente, Moisés dijo al pueblo: «Habéis cometido un gran pecado.
Ahora subiré a Yahvé; acaso pueda obtener el perdón para vuestro
pecado.»
31 Moisés volvió a Yahvé y dijo: «Este pueblo ha cometido un gran pecado al
hacerse un dios de oro.
32 Pero ahora, ¡si quieres perdonar su pecado...!, si no, bórrame del libro
que has escrito.»
33 Yahvé respondió a Moisés: «Al que haya pecado contra mí, lo borraré yo de
mi libro.
34 Ahora ve y conduce al pueblo adonde te he dicho. Mi ángel irá delante de
ti, mas llegará un día en que los castigaré por su pecado.»
35 Y Yahvé castigó al pueblo por lo que había hecho con el becerro fabricado
por Aarón.
Exodo Capítulo 33
Orden de partida .
1 Yahvé dijo a Moisés: «Anda, vete con el pueblo que sacaste del país de
Egipto a la tierra que juré a Abrahán, a Isaac y a Jacob, diciendo: ‘Se la
daré a tu descendencia.’
2 Enviaré delante de ti un ángel y expulsaré al cananeo, al amorreo, al
hitita, al perizita, al jivita y al jebuseo.
3 Sube a la tierra que mana leche y miel; yo no subiré contigo, pues eres un
pueblo obstinado y te destruiría en el camino.»
4 Al oír el pueblo tan duras palabras, hizo duelo y nadie se vistió de gala.
5 Yahvé dijo entonces a Moisés: «Di a los israelitas que son un pueblo
obstinado; que si yo lo que hago con ellos.»
6 Los israelitas se despojaron de sus galas desde el monte Horeb.
La Tienda del Encuentro .
7 Moisés tomó la Tienda y [la] instaló a cierta distancia, fuera del
campamento; la llamó Tienda del Encuentro. El que tenía que consultar a
Yahvé salía hacia la Tienda del Encuentro, fuera del campamento.
8 Cuando Moisés salía hacia la Tienda, todo el pueblo se levantaba y se
quedaba de pie a la puerta de su tienda, siguiendo con la vista a Moisés
hasta que entraba en la Tienda.
9 Al entrar Moisés en la tienda, bajaba la columna de nube y se detenía a la
puerta de la Tienda, mientras Yahvé hablaba con Moisés.
10 El pueblo, al ver la columna de nube a la puerta de la Tienda, se
prosternaba junto a la puerta de su tienda.
11 Yahvé hablaba con Moisés cara a cara, como habla un hombre con su amigo.
Luego Moisés volvía al campamento, pero su ayudante, el joven Josué, hijo de
Nun, no se apartaba del interior de la Tienda.
Oración de Moisés.
12 Moisés dijo a Yahvé: «Tú me has dicho que conduzca a este pueblo, pero no
me has indicado a quién enviarás conmigo, a pesar de haberme dicho que me
conoces por mi nombre y que he obtenido tu favor. 13 Ahora, pues, si
realmente he obtenido tu favor, enséñame tu camino y sabré que he obtenido
tu favor; mira que esta gente es tu pueblo.»
14 Yahvé respondió: «Yo mismo iré contigo y te daré descanso.»
15 Moisés contestó: «Si no vienes tú mismo, no nos hagas partir de
aquí.
16 Pues ¿en qué podrá conocerse que tu pueblo y yo hemos obtenido tu favor,
sino en el hecho de que tú vas con nosotros? Así, tu pueblo y yo nos
distinguiremos de todos los pueblos que hay sobre la tierra.» 17 Yahvé
respondió a Moisés:
«Haré también esto que me pides, pues has obtenido mi favor y yo te conozco
por tu nombre.»
Moisés desea ver a Dios.
18 Entonces Moisés dijo a Yahvé: «Déjame ver tu gloria.»
19 Él le contestó: «Yo haré pasar ante tu vista toda mi bondad y pronunciaré
delante de ti el nombre de Yahvé ; pues concedo mi favor a quien quiero y
tengo misericordia con quien quiero.»
20 Y añadió: «Pero mi rostro no podrás verlo, porque nadie puede verme y
seguir con vida.»
21 Yahvé añadió: «Aquí hay un sitio junto a mí; ponte sobre la roca.
22 Al pasar mi gloria, te meteré en la hendidura de la roca y te cubriré con
mi mano hasta que yo haya pasado.
23 Luego apartaré mi mano, para que
Exodo Capítulo 34
Renovación de la Alianza . Nuevas tablas de la Ley.
1 Yahvé dijo a Moisés: «Tállate dos tablas de piedra como las primeras, sube
donde mí, al monte , y yo escribiré en ellas las palabras que había en las
primeras tablas que rompiste.
2 Prepárate para mañana; sube temprano al monte Sinaí y aguárdame allí en la
cumbre del monte.
3 Que nadie suba contigo, ni aparezca nadie en todo el monte. Ni siquiera
las ovejas o las vacas pasten en el monte.»
4 Moisés labró dos tablas de piedra como las primeras, se levantó temprano y
subió al monte Sinaí, como le había mandado Yahvé, llevando en su mano las
dos tablas de piedra.
5 Yahvé descendió en una nube y se detuvo allí junto a él.
Aparición de Dios.
Moisés invocó el nombre de Yahvé.
6 Yahvé pasó por delante de él y exclamó : «Yahvé, Yahvé, Dios
misericordioso y clemente, tardo a la cólera y rico en amor y
fidelidad,
7 que mantiene su amor por mil generaciones y perdona la iniquidad, la
rebeldía y el pecado, pero no los deja impunes; que castiga la culpa de los
padres en los hijos y en los nietos hasta la tercera y cuarta
generación.»
8 Al instante, Moisés se inclinó a tierra y se postró.
9 Y dijo:
«Señor mío, si he obtenido tu favor, ¡dígnese mi Señor ir en medio de
nosotros!, aunque éste sea un pueblo obstinado. Perdona nuestra iniquidad y
nuestro pecado, y haznos tu heredad.»
La Alianza .
10 Él respondió: «Voy a hacer una alianza. Realizaré maravillas ante tu
pueblo, como no se han hecho en toda la tierra o en nación alguna. Y todo el
pueblo que te rodea verá lo maravillosa que es la obra que yo, Yahvé, voy a
hacer contigo.
11 Observa lo que yo te mando hoy. Voy a expulsar a tu paso al amorreo, al
cananeo, al hitita, al perizita, al jivita y al jebuseo,
12 pero guárdate de hacer alianza con los habitantes del país donde vas a
entrar, pues sería un lazo en medio de ti.
13 Destruid sus altares, destrozad sus estelas y romped sus postes sagrados.
14 No te postres ante un dios extraño, pues Yahvé se llama Celoso, es un
Dios celoso.
15 No
hagas alianza con los habitantes del país, pues cuando se prostituyan con
sus dioses y les ofrezcan sacrificios, te invitarán a participar en sus
sacrificios.
16 No tomes a sus hijas para
17 No te hagas dioses de metal
fundido.
18 Guarda la fiesta de los
Ázimos.Durante siete días comerás panes ázimos, como te mandé, en el tiempo
señalado del mes de Abib, pues en el mes de Abib saliste de Egipto.
19 Todo primogénito es mío , y todo
primer nacido, macho, de vaca o de oveja, es mío.
20 El primer nacido de asno lo rescatarás con una oveja; y si no lo
rescatas, lo desnucarás. Rescatarás todos los primogénitos de tus hijos.
Nadie se presentará ante mí con las manos vacías.
21 Durante seis días trabajarás, pero
el séptimo descansarás; en la siembra y en la siega,
descansarás.
22 Celebrarás la fiesta de las
Semanas, al comenzar la siega del trigo, y la fiesta de la Cosecha, al final
del año.
23 Tres veces al año se presentarán
todos tus varones ante el Señor Yahvé, Dios de Israel.
24 Cuando expulse a las naciones
delante de ti y ensanche tus fronteras, nadie codiciará tu tierra cuando
subas, tres veces al año, a presentarte ante Yahvé, tu Dios.
25 No ofrezcas pan fermentado junto
con la sangre de mi sacrificio, ni guardes para el día
siguiente parte de la víctima de la Pascua.
26 Lleva a la casa de Yahvé, tu Dios,
los primeros frutos de tu suelo. No cuezas el cabrito en la leche de su
madre.»
27 Yahvé dijo a Moisés: «Escribe
estas palabras, pues a tenor de ellas hago alianza contigo
y con Israel.»
28 Moisés estuvo allí con Yahvé
cuarenta días y cuarenta noches, sin comer pan ni beber agua. Y escribió en
las tablas las palabras de la alianza, las diez palabras.
Moisés desciende del monte .
29 Luego, Moisés bajó del monte Sinaí
con las dos tablas del Testimonio en su mano. Al bajar, no sabía que la piel
de su rostro se había vuelto radiante, por haber hablado con Yahvé.
30 Aarón y todos los israelitas vieron a Moisés con la piel de su rostro
radiante y temieron acercarse a él.
31 Moisés los llamó. Aarón y todos los jefes de la comunidad se volvieron
hacia él y Moisés habló con ellos.
32 A continuación, se acercaron todos los israelitas y él les transmitió
cuanto Yahvé le había dicho en el monte Sinaí.
33 Cuando Moisés acabó de hablar con ellos, se puso un velo sobre el
rostro.
34 Siempre que Moisés se presentaba delante de Yahvé para hablar con él, se
quitaba el velo hasta que salía. Al salir, transmitía a los israelitas lo
que se le había mandado.
35 Los israelitas veían la piel del rostro de Moisés radiante , y Moisés se
ponía de nuevo el velo hasta que volvía a hablar con Yahvé.
Exodo Capítulo 35
6. CONSTRUCCIÓN Y ERECCIÓN DEL
SANTUARIO
Ley del descanso sabático.
1 Moisés reunió a toda la comunidad de los israelitas y les dijo: «Esto es
lo que
Yahvé ha mandado hacer.
2 Durante seis días se trabajará, pero el día séptimo
será sagrado para vosotros, día de descanso completo en honor de Yahvé.
Cualquiera que trabaje en ese día, morirá.
3 En ninguna de vuestras moradas encenderéis fuego en día de sábado.»
Colecta de materiales.
4 Moisés habló así a toda la comunidad de los israelitas: «Ésta es la orden
de Yahvé:
5 Reservad de vuestros bienes una ofrenda para Yahvé. Todos los que la
ofrezcan de corazón reserven ofrenda para Yahvé: oro, plata y bronce,
6 púrpura violeta y escarlata, carmesí, lino fino, pelo de cabra,
7 pieles de carnero teñidas de rojo, cueros finos y maderas de acacia,
8 aceite para el alumbrado, aromas para el óleo de la unción y para el
incienso aromático,
9 piedras de ónice y piedras de engaste para el efod y el pectoral.
10 Que todos los artífices hábiles que haya entre vosotros vengan a realizar
cuanto Yahvé ha ordenado: 11 la Morada, su Tienda y su toldo, sus broches,
sus tableros, sus travesaños, sus postes y sus basas;
12 el Arca y sus varales, el propiciatorio y el velo que lo cubre;
13 la mesa con sus varales y todos sus utensilios, el pan de la
Presencia,
14 el candelabro para el alumbrado con sus utensilios, y sus lámparas, y el
aceite del alumbrado;
15 el altar del incienso con sus varales; el óleo de la unción, el incienso
aromático, la cortina del vano de la entrada a la Morada,
16 el altar de los holocaustos con su rejilla de bronce, sus varales y todos
sus utensilios; la pila con su base;
17 los cortinajes del atrio con sus postes y sus basas; el tapiz de la
entrada del atrio;
18 la clavazón de la Morada y la clavazón del atrio y sus cuerdas;
19 los ornamentos de ceremonia para oficiar en el Santuario; las vestiduras
sagradas para el sacerdote Aarón y las vestiduras de sus hijos para sus
funciones sacerdotales.»
20 Entonces, toda la comunidad de los israelitas se retiró de la presencia
de Moisés.
21 Todos los hombres generosos, impulsados por su
espíritu, vinieron a traer la ofrenda
reservada a Yahvé, para los trabajos de la Tienda del Encuentro, para todo
su servicio y para las vestiduras sagradas.
22 Venían hombres y mujeres y ofrecían de corazón zarcillos, pendientes,
anillos, collares y toda clase de objetos de oro, el oro que cada uno
presentaba como ofrenda mecida para Yahvé.
23 Cuantos poseían púrpura violeta y escarlata, y carmesí, lino fino, pelo
de cabra, pieles de carnero teñidas de rojo y cueros finos, los traían
también.
24 Cuantos pudieron reservar una ofrenda de plata o de bronce, la llevaron
como ofrenda reservada a Yahvé. Lo mismo hicieron los que poseían madera de
acacia, que sirviera para los trabajos de la obra.
25 Todas las mujeres hábiles en el oficio hilaron con sus manos y llevaron
la púrpura violeta y escarlata, el carmesí y lino fino que habían
hilado.
26 Todas las mujeres hábiles en hilar y bien dispuestas hilaron pelo de
cabra.
27 Los jefes trajeron piedras de ónice y piedras de engaste para el efod y
el pectoral;
28 aromas y aceite para el alumbrado, para el óleo de la unción y para el
incienso aromático.
29 Todos los israelitas, hombres y mujeres, cuyo corazón les había impulsado
a llevar algo para cualquiera de los trabajos que Yahvé, por medio de
Moisés, les había encomendado, presentaron sus ofrendas voluntarias a Yahvé.
Los artífices del Santuario.
30 Moisés dijo entonces a los israelitas: «Mirad, Yahvé ha designado a
Besalel, hijo de Urí, hijo de Jur, de la tribu de Judá,
31 y le ha llenado del espíritu de Dios, confiriéndole habilidad, pericia y
experiencia en toda clase de trabajos,
32 para concebir y realizar proyectos en oro, plata y bronce,
33 para labrar piedras de engaste, tallar la madera y ejecutar cualquier
otra labor de artesanía;
34 a él y a Oholiab, hijo de Ajisamac, de la tribu de Dan, les ha concedido
el don de enseñar.
35 Les ha llenado de habilidad para toda clase de labores en talla y
bordado, en recamado de púrpura violeta y escarlata, de carmesí y lino fino,
y en labores de tejidos. Son capaces de ejecutar toda clase de trabajos y de
idear proyectos.»
Exodo Capítulo 36
1 Así, pues, Besalel, Oholiab y todos los hombres hábiles a quienes Yahvé
había concedido habilidad y pericia para poder realizar todos los trabajos
en servicio
del Santuario, ejecutaron todo conforme había mandado Yahvé.
Suspensión de la colecta.
2 Moisés llamó a Besalel y a Oholiab, y a todos los artesanos a quienes
Yahvé había concedido habilidad y estaban dispuestos a realizar cualquier
trabajo. 3 Recibieron de Moisés todas las ofrendas que los israelitas habían
reservado para la ejecución de la obra del
Santuario. Entre tanto los israelitas seguían entregando a Moisés cada
mañana ofrendas voluntarias. 4 Por eso, todos los artífices dedicados a los
trabajos del Santuario dejaron cada cual su trabajo, 5 y fueron a decir a
Moisés: «La gente entrega más de lo que se precisa para la realización de
las obras que Yahvé ha mandado hacer.» 6 Entonces Moisés mandó correr la voz
por el campamento de que ni hombres ni mujeres reservasen ya más ofrendas
para el Santuario. Así que la gente suspendió su aportación, 7 pues había
material suficiente para ejecutar todos los trabajos; y aún sobraba.
La Morada .
8 Entonces los artífices más expertos de entre los que ejecutaban el trabajo
hicieron la Morada con diez tapices de lino fino torzal, de púrpura violeta
y escarlata, y de carmesí, con querubines bordados.
9 Cada tapiz medía veintiocho codos de largo, por cuatro de ancho. Todos los
tapices tenían las mismas medidas. 10 Unió cinco tapices entre sí y lo mismo
los otros cinco.
11 Puso lazos de púrpura violeta en el borde del tapiz con que termina
el primer conjunto; los puso también en el borde del tapiz con que termina
el segundo conjunto.
12 Colocó cincuenta lazos en el primer tapiz y otros cincuenta en el borde
del último tapiz del segundo conjunto, correspondiéndose los lazos unos a
otros.
13 Fabricó también cincuenta broches de oro, y con los broches enlazó entre
sí los tapices, de modo que la Morada vino a formar un espacio único.
14 Tejió también piezas de pelo de cabra para que, a modo de tienda,
cubrieran la Morada. Tejió once de estas piezas.
15 Cada pieza medía treinta codos de largo, por cuatro de ancho. Las once
piezas tenían las mismas medidas.
16 Juntó cinco piezas en una parte y seis en la otra.
17 Colocó cincuenta lazos en el borde de la última pieza del primer
conjunto, y cincuenta lazos en el borde de la última pieza del segundo
conjunto.
18 Fabricó cincuenta broches de bronce para unir la Tienda, formando un
espacio único.
19 Hizo además para la Tienda un toldo de pieles de carnero teñidas de rojo,
y encima otro toldo de cueros finos.
El armazón.
20 Fabricó para la Morada los tableros de madera de acacia, y los colocó en
posición vertical.
21 Cada tablero media diez codos de largo, por codo y medio de ancho.
22 Tenía además dos espigas paralelas. Hizo lo mismo para todos los tableros
de la Morada.
23 Instaló los tableros para la Morada: veinte en el flanco del Negueb,
hacia el sur;
24 y fabricó cuarenta basas de plata para colocarlas debajo de los veinte
tableros: dos basas debajo de un tablero
para sus dos espigas y dos basas debajo del otro tablero para sus dos
espigas.
25 Para el segundo flanco de la Morada, la parte del norte, hizo otros
veinte tableros,
26 con sus cuarenta basas de plata; dos basas iban debajo de un tablero y
otras dos debajo del otro.
27 Para la parte posterior de la Morada, hacia el occidente, hizo seis
tableros;
28 para los ángulos de la Morada, en su parte posterior, dos más,
29 que estaban unidos desde abajo hasta arriba, hasta la primera anilla. Así
lo hizo con los dos tableros destinados a los dos ángulos.
30 Eran, pues, ocho tableros con sus basas de plata: dieciséis basas, dos
debajo de cada tablero.
31 Después construyó travesaños de madera de acacia: cinco travesaños para
los tableros de un flanco de la Morada;
32 cinco travesaños más para los tableros del otro flanco de la Morada; y
otros cinco para los tableros de la parte posterior de la Morada, hacia
occidente.
33 Instaló el travesaño central de tal suerte que pasase a media altura de
los tableros, de un extremo al otro.
34 Revistió de oro los tableros; de oro hizo también sus anillas para pasar
los travesaños, y los revistió igualmente de oro.
El velo.
35 Tejió el velo de púrpura violeta y escarlata, de carmesí y lino fino
torzal; y bordó en él unos querubines.
36 Para colgarlo, fabricó cuatro postes de acacia, revestidos de oro y
provistos de ganchos de oro; fundió para ellos cuatro basas de plata.
37 Hizo para la entrada de la Tienda una cortina de púrpura violeta y
escarlata, de carmesí y lino fino torzal, labor de recamador,
38 con sus cinco postes y sus ganchos. Revistió de oro sus capiteles y sus
varillas, y fundió en bronce sus cinco basas.
Exodo Capítulo 37
El arca.
1 Besalel construyó el arca con madera de acacia. Medía dos codos y medio de
largo, codo y medio de ancho, y codo y medio de alto.
2 La revistió de oro puro,
por dentro y por fuera, y además puso en su derredor una moldura de
oro.
3 Fundió cuatro anillas de oro para sus cuatro pies, dos anillas a un
costado y dos anillas al otro.
4 Fabricó también varales de madera de acacia, que revistió de oro;
5 pasó los varales por las anillas de los costados del arca, para
transportarla.
6 Después hizo un propiciatorio de oro puro, de dos codos y medio de largo,
y de codo y medio de ancho.
7 Fabricó igualmente dos querubines de oro macizo; los hizo en los dos
extremos del propiciatorio;
8 el primer querubín en un extremo y el segundo en el otro. Los querubines
iban formando un cuerpo con el propiciatorio en sus dos extremos.
9 Los querubines tenían las alas extendidas hacia arriba, y con ellas
cubrían el
propiciatorio. Estaban colocados el uno frente al otro, con las caras
vueltas hacia el propiciatorio.
La mesa de los panes de la Presencia.
10 Construyó, además, la mesa de madera de acacia, que medía dos codos de
largo, un codo de ancho y codo y medio de alto.
11 La revistió de oro puro y le puso alrededor una moldura de oro.
12 Hizo, además, en torno de ella, un reborde de un palmo de ancho, con una
moldura de oro alrededor del mismo.
13 Le hizo cuatro anillas de oro y puso las anillas en los cuatro ángulos,
correspondientes a sus cuatro pies.
14 Junto al reborde se hallaban las anillas para pasar por ellas los varales
y transportar la mesa.
15 Hizo los varales de madera de acacia y los revistió de oro.
16 Asimismo fabricó con oro puro los utensilios que habían de estar sobre la
mesa; sus fuentes, sus vasos, sus tazas y sus jarros con los que se hacían
las libaciones.
El candelabro.
17 Fabricó el candelabro con oro puro. Lo hizo de oro macizo, su pie y su
tallo. Sus cálices
—corolas y flores— formaban con él un cuerpo.
18 De sus lados salían seis brazos: tres brazos de un lado, y tres brazos de
otro.
19 El primer brazo tenía tres cálices en forma de flor de almendro, con su
corola y su flor; también el segundo brazo tenía tres cálices, en forma de
flor de almendro, con su corola y su flor; y así los seis brazos que salían
del candelabro.
20 En el mismo candelabro había cuatro cálices, en forma de flor de
almendro, con sus corolas y sus flores:
21 una corola debajo de los dos primeros brazos que formaban cuerpo con él,
una corola debajo de los siguientes, y una corola debajo de los dos últimos
brazos; así con los seis brazos que salían del mismo. 22 Las corolas y los
brazos formaban un cuerpo con el candelabro; todo ello formaba un cuerpo de
oro puro macizo.
23 Hizo también de oro puro sus siete lámparas, sus despabiladeras y sus
ceniceros.
24 Empleó un talento de oro puro para el candelabro y todos sus utensilios.
El altar del incienso. El óleo de la unción y el incienso aromático.
25 Fabricó también con madera de acacia el altar del incienso, que era
cuadrado. Medía un codo de largo, otro codo de ancho y dos codos de alto.
Sus cuernos formaban un solo cuerpo con él.
26 Lo revistió de oro puro, por su parte superior, sus costados y también
sus cuernos. Puso en su derredor una moldura de oro.
27 Y debajo de la moldura, a los costados, colocó dos
anillas a sus dos lados, para meter por ellas los varales para
transportarlo.
28 Hizo los varales de madera de acacia y los revistió de oro.
29 Preparó también el óleo sagrado de la unción, y el incienso aromático
puro, como lo prepara el perfumista.
Exodo Capítulo 38
El altar de los holocaustos.
1 Fabricó el altar de los holocaustos con madera de acacia. Era cuadrado, y
medía cinco codos de largo, cinco codos de ancho y tres codos de alto.
2 Hizo
sobresalir de sus cuatro ángulos unos cuernos que formaban un cuerpo con él,
y lo revistió de bronce.
3 Elaboró, además, todos los utensilios del altar: los ceniceros, los
badiles, los acetres, los tenedores y los braseros. Todos sus utensilios
eran de bronce fundido.
4 Fabricó para el altar una rejilla de bronce en forma de red, bajo la
cornisa inferior, de modo que llegaba hasta la mitad del altar.
5 Fijó cuatro anillas para los cuatro extremos de la rejilla de bronce, para
meter los varales.
6 Fabricó los varales con madera de acacia, y los revistió de bronce,
7 y pasó los varales por las anillas a los flancos del altar, para
transportarlo así. Hizo el altar hueco, de paneles.
La pila de bronce.
8 Fabricó la pila y la basa de bronce
con los espejos de las mujeres que servían a la entrada de la Tienda del
Encuentro.
Construcción del atrio.
9 Construyó también el atrio. Por el
lado del Negueb, hacia el sur, estaba el cortinaje del atrio, de lino fino
torzal, de cien codos.
10 Tenía veinte postes, y veinte eran sus basas de bronce. Los ganchos de
los postes y sus varillas eran de plata.
11 Por el lado septentrional había igualmente un cortinaje de cien codos.
Tenía veinte postes, y veinte eran sus basas de bronce. Los ganchos de los
postes y sus varillas eran de plata.
12 En el lado occidental había un cortinaje de cincuenta codos. Tenía diez
postes, y diez eran sus basas. Los ganchos de los postes y sus varillas eran
de plata.
13 En el lado este, al oriente, colgaban también cincuenta codos de
cortinaje.
14 El cortinaje medía quince codos, con tres columnas y tres basas, por un
lado de la entrada;
15 y por el otro lado —a ambos lados de la entrada del atrio— había un
cortinaje de quince codos. Tenía tres postes, y tres eran sus basas.
16 Todos los cortinajes del recinto del atrio eran de lino fino
torzal.
17 Las basas de los postes eran de bronce; sus
ganchos y sus varillas, de plata. También sus capiteles estaban revestidos
de plata, y todos los postes del atrio llevaban varillas de plata.
18 El tapiz de la puerta del atrio era labor de recamador y estaba recamado
de púrpura violeta y escarlata, de carmesí y lino fino torzal. Medía veinte
codos de largo; su altura —en el ancho— era de cinco codos, lo mismo que los
cortinajes del atrio.
19 Sus cuatro postes y sus cuatro basas eran de bronce; y sus ganchos, de
plata, así como el revestimiento de sus capiteles y sus varillas.
20 Toda la clavazón de la Morada y del atrio que la rodeaba era de bronce.
Inventario de los metales.
21 Éste es el inventario de la
Morada, de la Morada del testimonio, realizado por orden de Moisés, y hecho
por los levitas bajo la dirección de Itamar, hijo del sacerdote Aarón.
22 Besalel, hijo de Urí, hijo de Jur,
de la tribu de Judá, hizo todo cuanto Yahvé había
mandado a Moisés,
23 juntamente con Oholiab, hijo de Ajisamac, de la tribu de Dan, que era
artífice, bordador y recamador en púrpura violeta y escarlata, en carmesí y
lino fino.
24 El total del oro empleado en el trabajo, en todo el trabajo del
Santuario, es decir, el oro
de la ofrenda reservada, fue de veintinueve talentos y setecientos treinta
siclos, en siclos del Santuario; 25 la plata de los incluidos en el censo de
la comunidad, cien talentos y mil setecientos setenta y cinco siclos, en
siclos del Santuario:
26 un becá por cabeza, o sea medio siclo, en siclos del Santuario, para cada
hombre comprendido en el censo de los seiscientos tres mil quinientos
cincuenta hombres, de veinte años en adelante.
27 Los cien talentos de plata se emplearon en fundir las basas del Santuario
y las basas del velo; cien basas correspondientes a los cien talentos, un
talento por basa.
28 Con los mil setecientos setenta y cinco siclos fabricó ganchos para los
postes, revistió sus capiteles y los unió con varillas.
29 El bronce de la ofrenda reservada ascendía a setenta talentos y dos mil
cuatrocientos siclos.
30 Con él fabricó las basas para la entrada de la Tienda del Encuentro, el
altar de bronce con su rejilla de bronce y todos los utensilios del
altar,
31 las basas del recinto del atrio y las basas de la entrada del atrio, toda
la clavazón de la Morada y toda la clavazón del atrio que la rodeaba.
Exodo Capítulo 39
Los ornamentos del Sumo Sacerdote.
1 Para el servicio del Santuario
confeccionaron vestiduras de ceremonia, de púrpura violeta y escarlata, de
carmesí y lino fino. Hicieron también las
vestiduras sagradas de Aarón, como Yahvé había mandado a Moisés.
El efod.
2 Hicieron , pues, el efod, de oro, de púrpura violeta y escarlata, de
carmesí y lino fino torzal.
3 Batieron oro en láminas y las cortaron en hilos para hacer bordado junto
con la púrpura violeta y escarlata, con el carmesí y el lino fino.
4 Colocaron hombreras al efod y lo fijaron por sus dos extremos.
5 La cinta con que se ciñe el efod era de la misma hechura y formaba con él
una sola pieza: era de oro, púrpura violeta y escarlata, carmesí y lino fino
torzal, como Yahvé se lo había mandado a Moisés.
6 Prepararon igualmente las piedras de ónice engastadas en engastes de oro y
grabadas como se graban los sellos, con los nombres de los hijos de
Israel;
7 las colocaron sobre las hombreras del efod, como piedras
recordatorio de los israelitas, como Yahvé había ordenado a Moisés.
El pectoral.
8 Bordaron también el pectoral, al estilo de la labor del efod, de oro,
púrpura violeta y escarlata, carmesí y lino fino torzal.
9 El pectoral era cuadrado y lo hicieron doble. Medía un palmo de largo y
otro de ancho; era doble.
10 Le colocaron cuatro hileras de piedras. En la primera hilera había un
sardio, un topacio y una esmeralda;
11 en la segunda hilera, un rubí, un zafiro y un diamante;
12 en la tercera hilera, un ópalo, una ágata y una amatista;
13 y en la cuarta, un crisólito, un ónice y un jaspe. Todas ellas estaban
engastadas en engarces de oro.
14 Las piedras eran doce, correspondientes a los nombres de los hijos de
Israel, grabadas con sus nombres como se graban los sellos, cada una con su
nombre, conforme a las doce tribus.
15 Fabricaron para el pectoral cadenillas de oro puro, trenzadas a manera de
cordones.
16 Colocaron dos engastes de oro y dos anillas de oro; fijaron las dos
anillas en los dos extremos del pectoral.
17 Pasaron después las dos cadenillas de oro por las dos anillas en
los extremos del pectoral. 18 Unieron los otros dos extremos de las dos
cadenillas a los dos engarces, que fijaron por delante a las hombreras del
efod.
19 Fabricaron otras dos anillas de oro y las colocaron en los otros dos
extremos del pectoral, en el borde interior que mira hacia el efod.
20 E hicieron otras dos anillas de oro, que fijaron en la parte inferior de
las dos hombreras del efod, por delante, cerca de su unión, encima de la
cinta del efod.
21 Por medio de sus anillas sujetaron el pectoral a las anillas del efod,
con un cordón de púrpura violeta, para que quedase el pectoral sobre la
cinta del efod y no se desprendiese del efod, como Yahvé había mandado a
Moisés.
El manto.
22 Tejieron el manto del efod, todo de púrpura violeta.
23 En el centro del manto llevaba una abertura, semejante al cuello de una
cota, con una orla alrededor de la abertura para que no se rompiese.
24 En el ruedo inferior del manto colocaron granadas de púrpura violeta y
escarlata, de carmesí y lino fino torzal.
25 Hicieron campanillas de oro puro, que pusieron entre las granadas, en
todo el ruedo.
26 Una campanilla y una granada alternaban con otra campanilla y otra
granada, en el ruedo inferior del manto. Servía para oficiar, como Yahvé
había ordenado a Moisés.
Vestiduras sacerdotales.
27 Tejieron también las túnicas de lino fino para Aarón y sus hijos; 28 la
tiara de lino fino, los adornos de las mitras de lino fino y también los
calzones de lino fino torzal, 29 lo mismo que las fajas recamadas de lino
fino torzal, de púrpura violeta y escarlata, y de carmesí, tal como Yahvé
había ordenado a Moisés.
La diadema.
30 E hicieron de oro puro una lámina, la diadema sagrada en la que grabaron,
como se graban los sellos: «Consagrado a Yahvé.»
31 Fijaron en ella un cordón de púrpura violeta para sujetarla en la parte
superior de la tiara, como Yahvé había mandado a Moisés.
32 Quedó así rematada toda la obra de
la Morada y de la Tienda del Encuentro. Los
israelitas hicieron toda la obra conforme a lo que Yahvé había mandado a
Moisés. Así lo hicieron.
Entregan a Moisés la obra realizada.
33 Presentaron a Moisés la Morada, la
Tienda y todos sus utensilios; los broches, los tableros, los travesaños,
los postes y las basas;
34 el toldo de pieles de carnero teñidas de rojo, el toldo de cueros finos y
el velo protector;
35 el arca del Testimonio con sus varales y el propiciatorio;
36 la mesa con todos sus utensilios y el pan de la Presencia;
37 el candelabro de oro puro con sus lámparas —las lámparas que habían de
colocarse en él—, todos sus utensilios y el aceite del alumbrado;
38 el altar de oro, el óleo de la unción, el incienso aromático y la cortina
para la entrada de la Tienda;
39 el altar de bronce con su rejilla de bronce, sus varales y todos sus
utensilios; la pila con su base;
40 el cortinaje del atrio, los postes con sus basas, el tapiz para la
entrada del atrio, sus cuerdas, su clavazón y todos los
utensilios del servicio de la Morada para la Tienda del Encuentro;
41 las vestiduras de ceremonia para el servicio en el Santuario: los
ornamentos sagrados para el sacerdote Aarón y las vestiduras de sus hijos
para ejercer el sacerdocio.
42 Los israelitas hicieron toda esta obra conforme a lo que Yahvé había
ordenado a Moisés.
43 Moisés inspeccionó todo el trabajo y comprobó que lo habían llevado a
cabo. Lo habían
hecho tal como había mandado Yahvé. Y Moisés los bendijo.
Exodo Capítulo 40
Erección y consagración del Santuario.
1 Yahvé habló así a Moisés:
2 «El día primero del primer mes instalarás la
Morada de la Tienda del Encuentro.
3 Allí pondrás el arca del Testimonio y cubrirás el arca con el velo.
4 Llevarás la mesa y colocarás lo que hay que ordenar sobre ella; llevarás
también el candelabro y pondrás encima las lámparas.
5 Colocarás el altar de oro para el incienso delante del arca del Testimonio
y colgarás la cortina a la entrada de la Morada.
6 Colocarás el altar de los holocaustos ante la entrada de la Morada de la
Tienda del Encuentro.
7 Pondrás la pila entre la Tienda del Encuentro y el altar, y echarás agua
en ella.
8 En derredor levantarás el atrio y tenderás el tapiz a la entrada del
atrio.
9 Entonces tomarás el óleo de la unción y ungirás la Morada y todo lo que
contiene. La consagrarás con todo su mobiliario y será cosa sagrada.
10 Ungirás además el altar de los holocaustos con todos sus utensilios.
Consagrarás el altar, que será cosa sacratísima. 11 Asimismo ungirás la pila
y su base, y la consagrarás.
12 Después mandarás que Aarón y sus hijos se acerquen a la entrada de la
Tienda del Encuentro y los lavarás con agua.
13 Vestirás a Aarón con las vestiduras sagradas, lo ungirás, y lo
consagrarás para que ejerza mi sacerdocio.
14 Mandarás también que se acerquen sus hijos; los vestirás con
túnicas,
15 los ungirás, como ungiste a su padre, para que ejerzan mi sacerdocio. Así
se hará para que su unción les confiera un sacerdocio sempiterno de
generación en generación.»
Moisés ejecuta las órdenes divinas.
16 Moisés hizo todo conforme a lo que Yahvé le había mandado. Así lo
hizo.
17 En el primer mes del año segundo, el día primero del mes, fue
instalada la Morada.
18 Moisés alzó la Morada, asentó las basas, colocó sus tableros, metió sus
travesaños y erigió sus postes. 19 Después desplegó la Tienda por encima de
la Morada y puso además por encima el toldo de la Tienda, como Yahvé le
había ordenado.
20 Luego tomó el Testimonio y lo metió en el arca; puso al arca los varales
y sobre ella colocó el propiciatorio en la parte superior.
21 Llevó entonces el arca a la Morada, colgó el velo de protección y cubrió
así el arca del Testimonio, como Yahvé le había ordenado.
22 Colocó también la mesa en la Tienda del Encuentro, al lado septentrional
de la Morada, fuera del velo.
23 Dispuso sobre ella las hileras de los panes de la Presencia delante de
Yahvé, como Yahvé le había ordenado.
24 Luego instaló el candelabro en la Tienda del Encuentro, frente a la mesa,
en el lado meridional de la Morada,
25 y colocó encima las lámparas delante de Yahvé, como Yahvé le había
ordenado.
26 Asimismo instaló el altar de oro en la Tienda del Encuentro, delante del
velo;
27 y quemó sobre él incienso aromático, como Yahvé le había ordenado.
28 A la entrada de la Morada colocó la cortina,
29 y en la misma entrada de la Morada de la Tienda del Encuentro instaló
también el altar de los holocaustos, sobre el cual ofreció el holocausto y
la oblación, como Yahvé le había ordenado.
30 Situó la pila entre la Tienda del Encuentro y el altar, y echó en ella
agua para las abluciones;
31 Moisés, Aarón y sus hijos se lavaron en ella las manos y los pies.
32 Siempre que entraban en la Tienda del Encuentro y siempre que se
acercaban al altar, se lavaban, como Yahvé había ordenado a Moisés.
33 Por fin alzó el atrio que rodeaba la Morada y el altar, y colgó el tapiz
a la entrada del atrio. Así acabó Moisés los trabajos.
Yahvé toma posesión del Santuario.
34 La Nube cubrió entonces la Tienda del Encuentro y la gloria de Yahvé
llenó la Morada.
35 Moisés no podía entrar en la Tienda del Encuentro, pues la Nube moraba
sobre ella y la gloria de Yahvé llenaba la Morada.
La Nube guía a los israelitas.
36 En todas las etapas, cuando la Nube se elevaba de encima de la Morada,
los israelitas levantaban el campamento.
37 Pero si la Nube no se elevaba, ellos no levantaban el campamento, hasta
el día en que se elevara.
38 Porque la Nube de Yahvé estaba sobre la Morada durante el día, y de noche
había en ella fuego a la vista de toda la casa de Israel, en todas sus
etapas.
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