EL LIBRO DE JOB
Su tema central es; El sentido del sufrimiento humano. Parte de los libros sapienciales, donde existe un diálogo entre Dios y el tentador, que desafía a mantener una fe profunda y desinteresada en medio del dolor. Este héroe ficticio muestra que todo lo que podemos hacer es ponernos confiadamente en las manos de Dios.
Los siguientes capítulos de este libro, son los que vamos a utilizar en los talleres de oración, para meditar sobre Dios como Padre amoroso. En la Lectio Divina los consultaremos como texto referentes al Evangelio, según el año litúrgico. También será base de análisis o estudio en las reuniones de grupo y material para las catequesis. Preparemonos para escudriñar el mundo de las Escrituras Sagradas.
Job Capítulo 1
PROLOGO NARRATIVO
Presentación de Job
1 Érase una vez un hombre llamado Job, que vivía en el país de Us. Era un hombre íntegro y recto, temeroso de Dios y apartado del mal.
2 Tenía siete hijos y tres hijas.
3 Poseía siete mil ovejas, tres mil camellos y quinientas yuntas de bueyes, quinientas burras y numerosos siervos. Era el más rico de toda la gente de Oriente.
4 Sus hijos tenían por costumbre juntarse para comer en casa de uno de ellos, por turnos; y mandaban llamar a las tres hermanas para que comieran con ellos.
5 Una vez acabados estos días de fiesta, Job los llamaba para purificarlos; al día siguiente, de madrugada, ofrecía un holocausto por cada uno de ellos, pues pensaba que a lo mejor habían pecado maldiciendo a Dios en su interior. Siempre hacía lo mismo.
6 Un día en que los hijos de Dios fueron a presentarse ante Yahvé, apareció también entre ellos el Satán.
7 Dijo entonces Yahvé al Satán: «¿De dónde vienes?». El Satán respondió:
«De dar vueltas por la tierra y pasearme por ella».
8 Yahvé replicó al Satán: «¿Te has fijado en mi siervo Job? No hay nadie como él en la tierra: es un hombre íntegro y recto, temeroso de Dios y apartado del mal».
9 Respondió el Satán a Yahvé: «¿Te crees que Job teme a Dios por nada?
10 ¿No ves que lo has rodeado de protección, a él, a su familia y a todas sus posesiones? Has bendecido sus actividades y sus rebaños se extienden por el país.
11 Pero trata de poner la mano en sus posesiones; te apuesto a que te maldice a la cara».
12 Contestó Yahvé al Satán:
«De acuerdo. Métete con sus posesiones, pero no le pongas la mano encima». Y el Satán salió de la presencia de Yahvé.
13 Un día en que sus hijos e hijas comían y bebían en casa de su hermano mayor,
14 llegó un mensajero donde Job diciendo: «Estaban los bueyes arando y las burras pastando al lado,
15 y de pronto han caído sobre ellos los sabeos y se los han llevado, después de haber matado a los siervos a filo de espada. Sólo yo he podido escapar para contártelo».
16 Todavía estaba éste hablando, cuando llegó otro con el siguiente mensaje: «Ha caído del cielo fuego de Dios y ha pegado fuego y consumido a las ovejas y a los pastores. Sólo yo he podido escapar para contártelo».
17 Todavía estaba éste hablando, cuando llegó otro con el siguiente mensaje: «Los caldeos, divididos en tres grupos, se han echado sobre los camellos y se los han llevado, después de haber matado a los siervos a filo de espada. Sólo yo he podido escapar para contártelo».
18 Todavía estaba éste hablando, cuando llegó otro con el siguiente mensaje: «Tus hijos e hijas estaban comiendo y bebiendo en casa del hermano mayor;
19 de repente, un viento huracanado del otro lado del desierto ha embestido contra los cuatro ángulos de la casa, que se ha derrumbado sobre los jóvenes y han muerto. Sólo yo he podido escapar para contártelo».
20 Se levantó Job, rasgó su manto y se rapó la cabeza; después cayó en tierra en actitud humillada
21 y dijo:
«Desnudo salí del seno materno y desnudo volveré a él.
Yahvé me lo ha dado y Yahvé me lo ha quitado. Bendito sea el nombre de Yahvé».
22 A pesar de todo, Job no pecó ni imputó nada indigno a Dios.
Job Capítulo 42
Última respuesta de Job. Jb 42,
1 Job respondió a
Yahvé:
2 Me doy cuenta que todo lo puedes, que eres capaz de cualquier
proyecto.
3 [Dijiste:] «¿Quién
es éste que vela mi designio con razones carentes de sentido?».
Sí,
hablé sin pensar de maravillas que me superan y que ignoro.
4 (Escucha y déjame hablar, te voy a preguntar y tú me instruirás.)
5 Sólo de oídas te conocía, pero ahora te han visto mis ojos.
6 Por eso me retracto y me arrepiento echado en el polvo y la ceniza.
EPILOGO
El reproche del Señor a los amigos de Job. Jb 42,
7 Después de pronunciar estos discursos a Job, dijo Yahvé a Elifaz de Temán: «Estoy enfadado contigo y con tus dos amigos, pues no habéis hablado bien de mí, como mi siervo Job.
8 Coged ahora siete terneras y siete carneros, acudid a mi siervo Job y ofrecedlos por vosotros en holocausto. Mi siervo Job intercederá por vosotros. Sólo en consideración a él no os infligiré castigo alguno por no haber hablado bien de mí, como ha hecho mi siervo Job».
9 Elifaz de Temán, Bildad de Súaj y Sofar de Naamat fueron a ejecutar la orden de Yahvé. Y Yahvé tuvo en consideración a Job.
La reinvindicación de Job. Jb 42,
10 Yahvé cambió la suerte de Job después de haber intercedido
por sus amigos, y duplicó todas sus posesiones.
11 Fueron a verle
todos sus hermanos y hermanas, junto con sus conocidos, y comieron en su
casa. Se lamentaron y le consolaron por la desgracia que le había infligido
Yahvé. Cada uno le regaló una moneda de plata y un anillo de oro.
12
Yahvé bendijo ahora a Job más que al principio, pues se hizo con catorce mil
ovejas, seis mil camellos, mil yuntas de bueyes y mil burras.
13
Tuvo también siete hijos y tres hijas.
14 A la primera le puso el
nombre de «Paloma», a la segunda «Acacia» y a la tercera «Frasco de
perfumes».
15 No había en todo el país muchachas más hermosas que
las hijas de Job. Su padre las hizo herederas junto con sus hermanos.
16
Job vivió después ciento cuarenta años, y conoció a sus hijos, nietos y
bisnietos.
17 Job murió anciano tras una larga vida.
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