Compuesta por el Papa León XIII San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha. Sé nuestro amparo contra las perversidades y acechanzas del demonio. Qué Dios manifieste sobre él su poder, es nuestra humilde súplica. Y tú, oh Príncipe de la Milicia Celestial, con el poder que Dios te ha conferido, arroja al infiero a Satanás y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para la perdición de las almas. Amén. Para pedir la protección del Cielo: Oh gloriosísimo San Miguel Arcángel, príncipe y caudillo de los ejércitos celestiales, custodio y defensor de las almas, guarda de la Iglesia, vencedor, terror y espanto de los rebeldes espíritus infernales. Humildemente te rogamos, te digne librar de todo mal a los que a ti recurrimos con confianza; que tu favor nos ampare, tu fortaleza nos defienda y que, mediante tu incomparable protección adelantemos cada vez más en el servici...
Compartiendo conocimiento y experiencias, entre laicos comprometidos con la fe y la misión de la Iglesia Católica.