En el contexto del Movimiento de Cursillos de Cristiandad (MCC),
"vivencia" se refiere a la experiencia personal y vivencial de la fe y del
encuentro con Jesucristo. Es el aspecto práctico y vivido de la fe, donde
los cursillistas experimentan el amor de Dios y el impacto transformador
de la fe en sus vidas.
El MCC se centra en, promover una vivencia profunda y auténtica de la fe en
la vida de los cursillistas. A través de los diferentes retiros de Cursillos
y la formación en el carisma del movimiento, se busca que los cursillistas
tengan un encuentro personal con Cristo y que vivan su fe de manera
comprometida y transformadora en su entorno cotidiano.
Aquí tienes cinco maneras en que la vivencia te ayuda en la vida cotidiana:
1. Encuentro personal con Dios:
La "vivencia" te ayuda a experimentar un encuentro personal y profundo con
Dios, lo que puede transformar tu vida y darle un sentido más profundo y
significativo.
2. Sentido de pertenencia:
La vivencia en el MCC te proporciona un sentido de pertenencia a una
comunidad de fe, donde puedes compartir tus experiencias y crecer en la fe
junto a otros cursillistas.
3. Guía en la toma de decisiones:
La vivencia de la fe te proporciona una base sólida para tomar decisiones
éticas y morales en tu vida cotidiana, buscando siempre vivir en conformidad
con los valores del Evangelio.
4. Fuerza en los momentos difíciles:
La vivencia de la fe te da fortaleza y consuelo en los momentos de
dificultad, ya que sabes que cuentas con el amor y la gracia de Dios para
enfrentar los desafíos de la vida.
5. Inspiración para la acción apostólica:
La vivencia de la fe te motiva a ser un testigo del amor de Cristo en el
mundo y a ser un apóstol comprometido en tu entorno, llevando el mensaje del
Evangelio a quienes te rodean.
En conclusión: La vivencia en
el MCC, está basada en la comprensión de que la fe es una relación viva y
personal con Dios. El MCC considera que el encuentro con Cristo y la
experiencia del amor de Dios son fundamentales para el crecimiento
espiritual y la conversión del corazón. Ésta experiencia personal y vivencial de la fe y del encuentro con Cristo,
te permite crecer en la fe, junto a una comunidad de apoyo, a tomar
decisiones desde una perspectiva cristiana y a ser un testigo comprometido
del amor de Cristo en la vida cotidiana.
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