Eduardo Bonnín, fundador del MCC, desarrolla una serie de características y acciones que se esperan de un cursillista comprometido. Aquí tenemos cinco de ellas:
1. Vivir el trípode:
El cursillista, debe integrar en su vida las tres dimensiones fundamentales del MCC: estudio, piedad y acción. Esto supone, cultivar el conocimiento de la fe, vivir una relación personal y profunda con Dios, a través de, la oración y los sacramentos y poner en práctica los valores del Evangelio en su vida cotidiana.2. Ser fermento:
El cursillista, debe ser un fermento transformador en la sociedad. Debe llevar el mensaje del amor de Cristo y trabajar por: la justicia, la paz y la dignidad de todas las personas. Debe ser un agente de cambio y testimoniar los valores del Reino de Dios en su entorno.3. Ser apóstol:
El cursillista, es llamado a ser un apóstol, un misionero de la fe. Se compromete a llevar la Buena Nueva a todas las áreas de su vida, como la familia, el trabajo, la comunidad y los círculos sociales. Debe compartir su testimonio de fe y estar dispuesto a hablar de Dios y de su experiencia cristiana.4. Perseverar en la formación:
El cursillista, debe buscar continuamente crecer en su formación espiritual y doctrinal. Estar abierto a aprender más sobre la fe católica, profundizar en el conocimiento de las Escrituras y los documentos de la Iglesia, y participar en actividades formativas ofrecidas por el MCC y la comunidad eclesial.
5. Participar en la comunidad:
El cursillista debe ser parte activa de la comunidad de Cursillos de Cristiandad. Participar en las reuniones de Ultreya, mantener contacto con su grupo de Cursillos y apoyar a otros cursillistas en su camino espiritual. La comunidad es un lugar de apoyo, crecimiento y fraternidad.Resumiendo. Estas son algunas de los aspectos que, Eduardo Bonnín esperaba de un cursillista comprometido según su pensamiento. Es importante destacar que el MCC es un movimiento dinámico y cada comunidad puede tener matices y enfoques particulares, pero, estos principios básicos han sido fundamentales en el movimiento desde su fundación.
Si tú no eres cursillista y por casualidad esta información llegó hasta ti. Te
presento al Movimiento de Cursillos de Cristiandad (MCC). Es una experiencia
viva y transformadora que te ayuda a descubrir lo esencial del mensaje
cristiano, experimentar el amor de Dios en comunidad y llevarlo con alegría a
tu entorno: tu familia, trabajo, amigos… ¡Tu metro cuadrado!
Te animo a acercarte al MCC en tu diócesis o parroquia. Encontrarás personas
como tú, con dudas, sueños, alegrías y luchas, dispuestas a caminar juntas en
la fe, con el corazón abierto a la gracia y a la amistad. ¡Aquí hay un lugar
para ti!
